La Tierra es más cálida que en el 80% del tiempo desde el fin de la Edad de Hielo
A final de este siglo se alcanzarán los registros más altos de los últimos 11.300 años
La Tierra es más cálida que en el 80% del tiempo desde el fin de la Edad de Hielo
La temperatura del planeta no ha dejado de aumentar desde que arrancó la Revolución Industrial. ¿Pero cómo de caliente está la Tierra si comparamos las temperaturas de los últimos 11.000 años? La respuesta la ofrece un estudio que se publica hoy en la revista ... Science , que concluye que la actual temperatura global en la superficie terrestre es más cálida de lo que ha sido durante la mayor parte de los últimos 11.300 años.
Los investigadores, de la Universidad Estatal de Oregón y de la Universidad de Harvard, han combinado registros de temperatura de 73 lugares alrededor del mundo logrando remontarse hasta el final de la última Edad de Hielo, lo que además de revelar que el planeta está más caliente de lo que ha sido durante el 70-80% del tiempo durante estos 11.300 años, periodo conocido como el Holoceno, permite contar a partir de ahora con una reconstrucción de la temperatura regional y global mucho más amplia de la que se tenía, pues la mayoría de los estudios anteriores solo han abarcado los últimos 2.000 años.
Shaun Marcott, de la Universidad de Oregón y autor principal del estudio, señala que esto «pone el clima actual en un contexto más amplio». «Ya sabíamos que en una escala global, la Tierra está más caliente de lo que era en gran parte de los últimos 2.000 años -dice- pero ahora sabemos que es más caliente que en la mayor parte de los últimos 11.300 años. Esto es de particular interés porque el Holoceno se extiende a lo largo todo el período de la civilización humana».
Peter Clark, paleoclimatólogo en la Universidad Estatal de Oregón, quien también ha participado en la investigación, explica que «cuando uno solo mira una parte del mundo, los registros de temperatura pueden haberse visto afectados por procesos climáticos regionales, como El Niño o las variaciones del monzón, pero cuando se combinan registros de multitud de lugares estas anomalías regionales se pueden promediar y arrojan una idea clara de la historia de la temperatura global de la Tierra».
Un aumento de 0,7ºC en cien años
Y lo que demuestra la historia, según este estudio, es que cuando terminó la última Edad de Hielo las condiciones cálidas continuaron hasta la mitad del Holoceno; luego, en los siguientes 5.000 años nuestro planeta se enfrió en torno a 0,7ºC, hasta llegar a los últimos 200 años. Desde entonces, las temperaturas han aumentado de manera constante, dejando a la Tierra con una temperatura global mayor que durante el 80 por ciento de todo el Holoceno. Solo en el último siglo, el planeta se calentó en torno a 0,7ºC. Los mayores cambios fueron en el hemisferio norte, donde hay más masas de tierra y grandes poblaciones humanas.
El siglo pasado destaca, por tanto, como «la anomalía en este registro de la temperatura global desde el final de la última edad de hielo», dijo Candace Major, directora del programa de Ciencias del Mar de la National Science Foundation. «Esta investigación demuestra que hemos experimentado casi el mismo rango de variación de temperatura desde el comienzo de la revolución industrial que en los últimos 11.000 años de historia de la Tierra, pero este último cambio ocurrió mucho más rápido».
Más preocupante -advierte el estudio- son las proyecciones realizadas para el año 2100, cuando prácticamente todos los modelos climáticos evaluados por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) demuestran que las temperaturas serán las más altas de todo el Holoceno. Los modelos climáticos proyectan que la temperatura global subirá entre 1,1ºC y 6,3ºC para finales de este siglo. «Este calentamiento será significativamente mayor que en cualquier otro momento durante los últimos 11.300 años», advierte Clark. La conclusión para los científicos es clara: «En los últimos cien años, el aumento de CO2 a través del incremento de las emisiones procedentes de las actividades humanas ha sido significativo. Es la única variable que mejor puede explicar el rápido aumento de las temperaturas globales», reconoce el investigador principal, Shaun Marcott.
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