Seán O'Malley, un capuchino como «Papa del mundo»
El arzobispo de Boston es muy activo en Twitter y cuenta su día a día en un blog personal
juan vicente boo
«Cardinal Seán», como le llama todo el mundo y como firma en su blog -el primero de un cardenal, comenzado en el 2006- es un americano de Lakewood, Ohio, con raíces irlandesas al cien por cien: Seán (John) Patrick O’Malley. Su vocación es ... de capuchino y misionero. Estudió español ya de novicio, y cuando recibió el diaconado, el general de los Capuchinos en Roma le seleccionó para ir a la Isla de Pascua. El joven Seán aprendió rapanui, el idioma indio que allí se habla además del español.
Noticias relacionadas
Pero al ordenarle sacerdote, el cardenal de Washington pidió retenerlo como capellán de los hispanos, que serían su «primer amor» durante veinte años: inmigrantes pobres, la mayoría ilegales, de Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Haití, que huían de las guerras y trabajaban día y noche para enviar dinero a sus familias.
Siete idiomas
Es Licenciado en Lengua Española y Portuguesa por la Universidad Católica de América. Aparte de español, habla un portugués excelente, y se maneja bien en italiano, francés y alemán. Juan Pablo II le nombró obispo de las Islas Vírgenes Americanas en 1984. Después comenzó su trabajo de «bombero», yendo de una diócesis podrida a otra para arreglar el problema de los abusos sexuales de menores: a Fall River, Massachusetts, en 1992; a Palm Beach, Florida, en el 2002; a Boston en el 2003.
Cuando llegó pidió que se contactase a todas las víctimas para decirles que le gustaría visitar personalmente a cada una para pedirle perdón. Habló con varios cientos, y elaboró una lista de más de mil nombres, sin apellidos, para Benedicto XVI , quien rezaba nominalmente por esas personas.
Ambos organizaron el primer encuentro del Papa con víctimas de abusos en la nunciatura de Washington durante el viaje del 2008. Apenas hubo palabras, pues todos se echaron a llorar.
La diócesis de Boston estaba casi en bancarrota por las indemnizaciones. Para evitar cerrar iglesias, O’Malley vendió la lujosa residencia arzobispal y se fue a vivir a un par de habitaciones del seminario: una como dormitorio y otra como estudio. No necesita más. Camina a pie, y se mueve por su cuenta en autobús, en coche o en avión. Prácticamente no necesita secretarios, y se le puede ver estos días rezando el rosario entre los peregrinos sin que casi nadie le reconozca.
Desde Boston, ayuda a los católicos de Cuba, y acudió por su cuenta a la Isla para acompañar al Papa durante el viaje del mes de marzo del año pasado.
Al cabo de diez años, el seminario de Boston ha pasado de 15 alumnos a 70, y todos los años hay varias ordenaciones.
Limpieza de abusos sexuales
Experto en la limpieza de abusos sexuales, O’Malley fue llamado por el Papa -junto con otros valiosísimos cardenales de origen irlandés como Timothy Dolan de Nueva York, y Thomas Collins de Toronto-, para realizar la visita apostólica a Irlanda.
Como «papable», O’Malley tiene en su contra la falta absoluta de experiencia en la Curia vaticana, donde nunca ha tenido ningún cargo. Si los cardenales se atreven a llamarle, no sería como «experto», sino como «bombero». Como Papa, sería una «bomba».
Seán O'Malley, un capuchino como «Papa del mundo»
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete