La nueva pegatina rosa de la DGT que pronto verás en las carreteras: qué significa y qué vehículos tienen que llevarla

Para preparar este escenario, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha estrenado en 2025 un distintivo que será fácilmente identificable, la pegatina rosa. No es un simple adhesivo más ni está relacionado con el combustible o la contaminación, sino que servirá para identificar a los coches y motos que circulen en pruebas de conducción automatizada. Es una manera de aumentar la seguridad y la transparencia, y al mismo tiempo mostrar que el futuro de la conducción ya está llegando a nuestras carreteras.

El motivo es sencillo. La DGT quiere que, cuando te cruces con un coche, una moto o incluso una furgoneta que se esté probando en modo autónomo, lo puedas identificar al momento. Así, tanto conductores como peatones sabrán que están ante un vehículo especial, que no funciona como los demás y que está en pleno ensayo.

La etiqueta, de color rosa tirando a rojo, es redonda y muy fácil de reconocer. En ella aparece un icono de coche con pasajeros, unas ondas que recuerdan a la señal de WiFi y varios datos importantes: la matrícula, un número de autorización y un código QR que cualquiera puede escanear para obtener más información sobre ese vehículo y el proyecto en el que participa.

Detrás de esta medida está el Programa ES-AV, creado por la DGT para poner orden en las pruebas de conducción autónoma en España. El programa funciona en varias fases: primero se establecen unos requisitos de seguridad muy estrictos, luego se realizan pruebas en diferentes escenarios y, finalmente, se hacen ensayos previos a la comercialización.

Gracias a este sistema, fabricantes y empresas tecnológicas pueden probar sus vehículos sin poner en riesgo a otros usuarios de la vía. España, de hecho, se coloca así en el mapa europeo como uno de los países que más apuestan por regular de manera seria la llegada de los coches sin conductor.

No cualquier coche autónomo puede lucir esta etiqueta. Solo aquellos que cuenten con una autorización expresa de la DGT y que participen en pruebas dentro del Programa ES-AV. Esto incluye:

En la práctica, serán prototipos, unidades piloto o flotas de desarrollo que aún no están a la venta, pero que están un paso más cerca de serlo.

La pegatina rosa no se pide como las etiquetas medioambientales. Para conseguirla hay que pasar por un proceso mucho más exigente. Las empresas o instituciones interesadas deben presentar un proyecto de pruebas a la DGT, aportar informes técnicos, contratar un seguro específico y garantizar medidas de seguridad como sistemas de grabación de datos o controles de emergencia.

Una vez aprobado todo, la DGT asigna un número de autorización y emite la etiqueta. De momento, no está claro si tendrá un coste o será gratuita, ni si variará según el tipo de vehículo o el proyecto.

Es importante señalar que la pegatina rosa no sustituye a las etiquetas ambientales. Un vehículo en pruebas puede llevar ambas, la clásica que indica su nivel de emisiones y, además, esta nueva que lo identifica como autónomo.