El Ala 11 despide a su penúltimo vigía del mar

El último vuelo del P.3M 22-31 fue el pasado 25 de abril. Realizó sobrevuelos fotográficos sobre lugares que forman parte de la historia de esta aeronave como la extinta base aérea de La Parra en Jerez –su anterior destino–, la localidad cordobesa de Dos Torres, hermanada con la base de Morón, y por ultimo sobre el mismo recinto militar en el que ha estado basada esta nave desde 1993. En este último vuelo, además de la tripulación asignada del Grupo 22, con el teniente coronel Gil Lavado al frente, asistieron antiguos tripulantes, como los exjefes del Grupo 22, el coronel Triguero y el coronel Alonso , además del suboficial Mayor Rengel . Tras su aterrizaje, el veterano avión fue recibido con arco de agua en la calle de rodaje, antes de entrar en la plataforma de aparcamiento, según informó el Ejército del Aire.

Unos días antes del último vuelo, el 21 de abril, tuvo lugar en la base aérea de Morón un acto de homenaje presidido por el jefe del Ala 11, el coronel Enrique Fernández Ambel , y al que asistieron, entre otras autoridades, la delegada territorial de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio en Sevilla, Susana Cayuelas ; y el alcalde del Ayuntamiento de Lebrija, Gabriel Romero .

La aeronave dada de baja ha participado a lo largo de sus años de servicio en las misiones Sharp Guard en el Adriático; Sea Guardian , Active Endeavour y Eunavfor Med Sophia , en el Mediterráneo; y Libertad Duradera, Centinela Índico y Atalanta , en el cuerno de África; además de Noble Centinela en aguas españolas. Su última misión antes de regresar a Morón para jubilarse fue como integrante de la fuerza desplegada en Yibuti donde se protege desde hace años a los barcos que navegan por esta zona de África de los ataques de los piratas.

El P.3M 22-31 ha sido sustituido en la operación Atalanta por su hermano, el modelo matriculado 22-35, que también tiene los días contados. La previsión que maneja la Fuerza Aérea es que la serie pase a la historia a finales de este año. Si la situación actual no ha cambiado, con la guerra de Ucrania aún en fase de desarrollo y con la amenaza constante a la UE que ejerce Rusia, las Fuerzas Armadas españolas verán debilitada su capacidad para la detección de submarinos que puedan resultar hostiles.

El Gobierno no ha concretado aún si el sistema que va a sustituir los P.3 Orion serán los C295 que fabrica Airbus . Uno de los compromisos del Gobierno de Pedro Sánchez para dotar de carga de trabajo a la industria aeronáutica española fue la adquisición de cuatro unidades de ese modelo que se ensambla en Sevilla.

Pero el C295 es un avión de menor autonomía e inferior en prestaciones, pero una de las posibilidades que se barajan es que se trate de una solución intermedia hasta que se adquieran aeronaves del segmento del P.3 Orion , el avión de patrulla marítima más extendido entre las principales potencias del mundo, pero que ya quedado obsoleto tras décadas de servicio. Sin embargo, estos planes de renovación colisionan con la necesidad de invertir en defensa.

La primera serie de los P.3 Orion se incorporaron al Ejército del Aire en los años 70 de la década pasada. La penúltima unidad dada de baja fue una de las que se modernizaron a principios de este siglo para alargar su vida útil, pasando a denominarse P.3M. Fue fabricada en 1968 y en 1987 fue adquirida a la Fuerza Aérea Noruega . En 1989 fue entregado al Ala 22 y posteriormente pasó a integrarse al Ala 11.