La Fiscalía pide prisión permanente para cinco de los siete acusados por el triple crimen de Dos Hermanas

En concreto, los acusados que se enfrentan a la máxima pena contempladas en el Código Penal español son los cinco que se encuentran actualmente y de manera preventiva privados de libertad.

Así, Ricardo G.H., conocido como «El Pollino» y principal acusado por estos terribles crímenes, se enfrenta a tres penas de prisión permanente revisable por cada uno de los asesinatos. Asimismo, la Fiscalía, según el escrito de calificación al que ha tenido este periódico, reclama cinco años por la detención ilegal del «Turco» y su pareja y seis por la de la niña. Por el delito de tenencia ilícita de armas le exige el Ministerio Público dos años y medio de cárcel.

En total, tres condenas de prisión permanente revisable y 18 años y medios de cárcel . En la misma situación se encuentra la mujer del «Pollino», Elisa F.H.

De su parte, Ricardo G.G., padre del «Pollino» y conocido como «El Cabo» , David R.H.P. y José Antonio M.B., contratados por el clan de «los Cabos» para detener y pegar al «Turco», se enfrentan a tres penas de prisión permanente revisable por los asesinatos, cinco años por la detención ilegal del varón muerto, y dos años y medio por tenencia ilícita de armas.

Para la madre del «Pollino» , Josefina H.P., la Fiscalía pide siete años y medio por tres delitos de encubrimiento en la actuación de su hijo, su marido y su nuera. Mientras para Manuela M.O., la encargada de contactar con David y José Antonio, tres años por la detención ilegal del «Turco» y 16 años de cárcel como cómplice del asesinato de éste.

El clan de «los Cabos» , conformado por «El Pollino», su mujer y sus padres, vivían en dos viviendas de Cerro Blanco, en Dos Hermanas. En numerosas ocasiones fue investigado por la Policía Nacional por delitos relacionados con el tráfico de drogas, sobre todo, heroína. El principal acusado, según el escrito de acusación de la Fiscalía, mantenía un contacto «frecuente» con Yiraz Gilmaz, quien entre 1999 y 2007 fue investigado por temas de drogas a nivel internacional. «El Turco» vivía con su pareja, Sandra Capitán, quien estaba embarazada de tres meses en el momento del crimen, y la hija de ésta, en Bellavista.

Antes de septiembre de 2017, «El Pollino» decidió junto a su mujer y su padre « secuestrar y acabar con la vida de Yilmaz y su familia » con la finalidad « d e saldar una deuda o de obtener información » sobre un asunto de drogas que venían desarrollando.

El primer paso del « macabro plan » tuvo lugar el 12 de septiembre. «El Pollino» contactó con Manuela M.O., condenada anteriormente en varias causas por tráfico de drogas. Le pidió buscar a alguna persona «dispuesta a secuestrar y, eventualmente, acabar con la vida de Yilmaz».

Dos días después, Manuela contacta con David, monitor de artes marciales al que conocía porque trabajó de portero de una discoteca que ella regentaba. Ella le explicó el encargo y él aceptó. Aquel mismo día por la tarde «El Pollino» se vio en la casa de Manuela con David, al que le dijo que lo que quería era que «redujera a un hombre que le debía dinero, que lo llevara por la fuerza hasta su domicilio -en Cerro Blanco- y lo golpeara hasta que fuese necesario». De no conseguir el dinero, «debía acabar con su vida» . Para este terrible trabajo tenía que buscar a otra persona y David habló con José Antonio. Y todo a cambio de 3.000 euros a repartir.

«El Pollino», con fin de «asegurar el éxito de su plan», había invitado a Yilmaz a su casa para celebrar su cumpleaños el día 16 de septiembre. Sobre las nueve de la mañana de este día «El Pollino» y su padre recogieron en un coche a los dos varones que contrataron para tal encargo cerca del domicilio de Manuela en Sevilla. De ahí a Alcalá de Guadaíra y de este municipio a la casa de Cerro Blanco.

La Fiscalía, en su relato, sitúa sobre las 12.30 horas a los cuatro acusados en la avenida donde vivía Yilmaz en Bellavista. Cuando éste salió de su casa con la falsa creencia de que iba a ser recogido para ir al cumpleaños, David y José Antonio se abalanzaron sorpresivamente sobre él y lo metieron en el coche maniatado y encañonado con un revólver por Ricardo y su padre. Se dirigieron a la casa del «Pollino», donde estaba la mujer de éste.

Una vez allí, David y José Antonio comenzaron a golpearle, usando objetos contundentes. En la cara, en el pecho, en el abdomen y en las piernas. Pero Yilmaz « no les daba la información » que querían. «El Pollino» y su mujer, entonces, decidieron poner en marcha el siguiente paso: ir en busca de Sandra y su hija de seis años a su domicilio . A éste llegaron sobre las 13.20 horas. Las sacaron de su casa encañonando a la menor y fueron trasladadas también a Dos Hermanas.

David y José Antonio se abalanzaron sobre Sandra, la redujeron colocándoles bridas en las manos y piernas y comenzaron a golpearle. Mientras, «El Pollino» y su mujer golpeaban a la pequeña. Una vez reducidos los tres y «sabiendo que el fin último del trabajo era acabar con la vida de los tres detenidos», David y José Antonio «se negaron a continuar». Se marcharon de la casa, dejando allí a los tres miembros del clan de «los Cabos». « Eran conscientes de que les iban a matar, pero no hicieron nada para impedirlo », dice el fiscal sobre José Antonio y David.

El padre del «Pollino» llevó a los dos de la tarde al domicilio de Manuela y les dio el dinero. A su regreso, «El Pollino» y su mujer, esperando para culminar «los crímenes», encañonaron a la niña y le dispararon un sola vez. Aún con vida fue enterrada en un agujero procedente de una antigua fosa séptica en un cuarto de baño de la casa. Allí la taparon viva. Igual actuaron con su madre y Yilmaz «sin mostrar la más mínima piedad ni intención de retroceder». A éstos le dispararon en más de una ocasión hasta matarlos y los tiraron a la misma fosa. Todos los dispararon fueron realizados con la misma arma, para la que no tenían licencia ninguno.

El «macabro plan» no terminó con su muerte. «Los Cabos» contrataron una hormigonera y taparon la fosa séptica . La madre del «Pollino» tuvo conocimiento de lo sucedido y, a pesar de esto, se prestó a ayudarles para ocultar los cuerpos y deshacerse de las armas.

Para no levantar sospechas entre los vecinos de lo que había ocurrido en el número 198 de la calle Cerro Blanco y otra vez con la excusa del cumpleaños del «Pollino», la familia « organizó una barbacoa en el exterior del domicilio con la música alta ».

La familia de Sandra Capitán había denunciado su desaparición y la de su nieta. Llevaban días muertos. Los presuntos autores de este «macabro plan» fueron detenidos días más tardes y desde entones, cinco de ellos están en prisión preventiva.