Especial I+D+i
Ideando el móvil del 2030 desde Málaga
Colabora con Ericsson o Dekra para adelantar la tecnología que vendrá después del desarrollo de las redes 5G
Pablo Marinetto
Un programa de Televisión Española marcó el futuro profesional de María del Carmen Aguayo cuando apenas era una adolescente. Cada semana se sentaba frente al plasma para disfrutar de una producción en la que explicaban con detalle diferentes carreras universitarias. «Vi un osciloscopio, un aparato ... que, por así decirlo, te permite ver la electricidad. Aquello me pareció magia», explica al recordar el día en que le toco el turno a la Ingeniería de Telecomunicaciones. Decidió que ese sería su camino y se trasladó desde su Córdoba natal hasta Málaga para formar parte de la segunda promoción de una joven escuela en la que hoy continua como catedrática e investigadora veintiséis años después. « Hay clases que aún recuerdo como si fuera ayer , como en la que uno de mis compañeros actuales me explicó cómo funcionaba un microondas».
Su mundo, el de las telecomunicaciones, cuajado de complejidades y términos tecnológicos que se escapan a la mayoría, ha marcado una trayectoria profesional que le ha llevado a trabajar en materia de investigación con importantes multinacionales asentadas en el Parque Tecnológico de Andalucía. Cuando se le pregunta a qué se dedica trata de esquivar tecnicismos: «intento buscar mecanismos para que el próximo móvil que te compres funcione mejor».
Según Aguayo, ella y su equipo de investigadores trabajan para que las comunicaciones móviles actuales se adapten a un futuro más allá del 5G , por lo que la anticipación es una máxima en su día a día. «Con las empresas trabajamos en mejorar los aspectos del 5G que aún no funcionan del todo bien y en lo que llamamos «Beyond 5G» , que es la tecnología que tendremos dentro de 3 o 4 años», apunta la profesora, que paralelamente investiga lo que más adelante «en unos 7 u 8 años» será el 6G. Desde este año participa en un proyecto con Ericsson centrado en esta línea de investigación , con la que tratan de dar soporte a la compañía para que en el futuro puedan optimizar sus equipos y redes de telecomunicaciones. No es su primera aventura junto al equipo que hoy integra Ericsson en Málaga, con el que ya trabajó «codo con codo en Nokia en un proyecto durante tres años y medio».
Málaga tiene compañías líderes en el sector de las telecomunicaciones
Su trayectoria siempre ha estado ligada a empresas que hoy son buques insignias del «Silicon Valley malagueño» . A Ericsson se une Dekra. La profesora Aguayo colabora con esta empresa alemana de inspección de vehículos para anticiparse a sus clientes y desarrollar productos que no existen en el mercado y que les permitirán hacer las pruebas que les demandan. «Nuestra función es adelantarnos. Investigar sobre cosas que se van a hacer tres años después», apunta.
Uno de sus proyectos está relacionado, por ejemplo, con el vehículo conectado y con la investigación de las comunicaciones conocidas como CV2X (cellular vehicle to everything), que usa las redes móviles celulares para la comunicación entre vehículos e infraestructura y entre los propios vehículos. Su equipo diseña algoritmos que servirán a Dekra como herramienta para emular el comportamiento de vehículos conectados que todavía no están disponibles comercialmente. Una vez más, adelantarse al futuro. En este caso, abriendo el camino de una tecnología emergente como es la aplicación de inteligencia artificial a las telecomunicaciones.
En medio de la vorágine que ha ocasionado la crisis sanitaria en todos los aspectos, Aguayo reivindica el papel «salvador» que han tenido las telecomunicaciones durante la pandemia . «De no haber funcionado internet habría sido una auténtica catástrofe. Las compañías de telecomunicaciones han seguido funcionando y gracias al esfuerzo de las empresas, que han regalado gigas, por ejemplo, nos han salvado de muchas cosas, incluyendo nuestra salud mental».
Explotar el I+D
En este sentido, asegura que «un sistema económico basado en el conocimiento es mucho más robusto frente a cualquier dificultad» y recuerda que muy pocos sectores han logrado crecer durante esta crisis como las tecnológicas. « En el parque hay ahora más empleados que antes de que llegara el coronavirus . Las empresas mandaron a casa a sus trabajadores durante el confinamiento, pero han seguido contratando gente».
Es por ello, que insta a explotar el I+D pese a no ofrecer soluciones a problemas inmediatos. «La investigación es un proceso a muy largo plazo. Estamos de acuerdo en que en un caso como el de Málaga un turismo intenso repercute directamente en la economía de cada persona y eso no pasa con la investigación. A la gente se le ha vendido el I+D como un gasto, cuando en realidad es una inversión que recuperará . No mañana, pero a lo mejor dentro de diez o quince años», señala. Como ingeniera y mujer, María del Carmen Aguayo participa en proyectos de divulgación de ciencia entre chicas, que cada vez son menos en su campo. Según los datos de Ministerio de Educación en 2019, solo el 17% de las alumnas matriculadas en las universidades españolas eligieron estudios de ingeniería. «No sé cómo ha llegado a calar el mensaje de que una chica no puede tener interés en ser ingeniera. Me asombra, pero es así, y creo que hay un problema social de fondo. La sociedad está orientando el talento femenino hacia los cuidados, por eso hoy vemos muchas chicas en el campo de la salud », asegura.
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