La Junta lleva una década gastando menos de la mitad de su inversión real presupuestada

En el análisis de la política presupuestaria de la Junta (2005-2013), elaborado por el profesor José Manuel Cansino Muñoz-Repiso , se alerta de que la «sistemática persistencia de desviaciones presupuestarias erosiona la credibilidad de las leyes» de presupuestos de la Junta, y sostiene que su «persistencia en el tiempo descarta que obedezcan a las exigencias de financiación condicionada o finalista para determinados gastos».

El estudio constata que la magnitud de las desviaciones presupuestarias es «significativamente mayor en las partidas de gasto que en las de ingresos».

Las inversiones reales han sido las «verdaderas damnificadas en el período de crisis» y como ejemplo cita el programa de infraestructuras y servicios de transporte , que pasó de ejecutar un gasto de 1.100 millones en 2008 a poco más de 500 millones en 2013.

En los años de mayor ajuste, como 2011, el gasto ejecutado en inversión fue el 42 % del aprobado , y el promedio del período fue del 58 %, lo que equivale a dejar de gastar más de 750 millones cada año.

En este sentido, el informe apunta que la reducción del gasto en infraestructuras en épocas de crisis es bastante frecuente en las administraciones públicas, lo que se explica por el menor coste político del ajuste de la inversión a pesar de su «trascendencia en el crecimiento a largo plazo».

Algo similar ocurrió con las transferencias de capital, en las que, aunque el gasto presupuestado para 2013 no se difirió mucho del de 2005, las liquidaciones de ambos ejercicios fueron muy distintas y en 2013 fueron un 58 % inferior a la de 2005.

Las desviaciones en el gasto de capital han seguido un patrón muy diferente, ya que hasta 2008 eran de forma sistemática al alza, pero a partir de ese ejercicio hubo una «infraejecución» del gasto con un máximo en 2013 en el que se ejecutó el 58 % del gasto aprobado en la Ley de Presupuestos de la Junta.

Asimismo, la crisis tuvo un gran impacto en los gastos financieros, que se dispararon por el elevado aumento de la deuda de la administración andaluza , y, así, entre 2005 y 2013 dichos gastos casi se han duplicado al pasar de 452 millones a 880 millones de euros constantes.

Igualmente, el gasto en pasivos financieros se multiplicaron por tres entre 2005 y 2013, en consonancia con la evolución de la deuda pública andaluza, que también se multiplicó por 3,9 al pasar de 7.354 millones a 29.101 millones en el cuarto trimestre de 2014.

Ni la crisis ni la burbuja inmobiliaria han impacto de forma significativa en el gasto ejecutado en transferencias corrientes, que ha mostrado pocas oscilaciones en los años analizados, si bien el gasto liquidado superó ampliamente al presupuestado, aunque el gasto sanitario pasó de 9.200 millones en 2005 a poco más de 8.200 millones en 2013, según el documento del Observatorio Económico.

En el capítulo de transferencias corrientes, el informe analiza el comportamiento de la partida 31L por su «relevancia mediática» al haber sido bautizada como 'fondos de reptiles' en el caso del fraude en los ERE, y señala que este programa de ayudas a empresas en crisis ha contado con una cantidad relativamente pequeña con un máximo de 112 millones en 2008.

Sin embargo, considera «llamativo su comportamiento», ya que el valor máximo se alcanzó cuando la crisis aún no se había sentido con crudeza, por lo que «no se puede explicar su importe más elevado por sus efectos paliativos o compensadores », precisa.

Además, la partida 31L muestra un patrón muy «errático» aumentado su dotación casi un 58 % entre 2010 y 2011, con una disminución del 55 % entre 2011 y 2012 para desaparecer este programa en 2013.

En cuanto a los ingresos recaudados, en el período analizado se ha producido una desviación a la baja «particularmente importante» en los indirectos y, en el año 2008, el desvío fue del 21,8 % en la imposición directa y en las tasas y precios públicos superó el 40 % varios años.

Asimismo, el informe constata la «lentitud» de la Junta en hacer frente a la crisis , ya que hasta el año 2009 los presupuestos crecieron en euros constantes y desde ese año se fueron reduciendo hasta un 16,7 % en 2013.