La Generación del 27 y su interés por los toros como tradición culta

La conferencia del catedrático de Literatura Española de la Universidad de Granada estuvo centrada en la poética de «Llanto por Ignacio Sánchez Mejías» , que Federico García Lorca dedicó al polifacético torero, representante de esta Generación del 27 como escritor que llegó a ser actor de cine, jugador de polo, automovilista y hasta presidente del Real Betis Balompié.

García Montero desgranó en una magistral y minuciosa intervención el contenido de esta obra que «muchos consideran el mejor poema de Lorca y la mejor elegía del siglo XX, la tensión de una herida verdadera convertida en arte ». Para el catedrático «hay muchas alusiones a la realidad, aunque no aparece el nombre del astado, Granadino, porque le gustó muy poco que se llamara así el toro que mató a su amigo», y destacó que «Lorca escribió un poema acogiéndose a la tradición del llanto que marca la literatura española desde el siglo XV, como las coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre». Otro de los aspectos a tener en cuenta para Montero es «la presencia del quiebro en esta tradición en la que se lloraba la muerte y en la que se prometía la inmortalidad gracias a la llegada a los cielos. En este poema la inmortalidad te la va a dar la Literatura. Te has muerto para siempre pero "yo te canto" y lo que no puede Dios, lo puede la Literatura», argumentó.

El poeta grananido, especialista en la obra de Lorca, diseccionó las cuatro partes en las que está dividido el poema y lo relacionó con el uso del cubismo y del surrealismo en la poesía lorquiana. Y fue más allá cuando se centró en el estribillo —«¡Que no quiero verla!»—, donde García Montero señala que «el poema identifica al torero con Cristo y funda la imagen del mito donde no va a haber resurrección, y mientras el poeta no quiere verla, el torero abre los ojos para mirar de frente a la muerte».

Durante su intervención, también hizo referencias a otros autores de la época como José Bergamín y la importancia que tiene el libro «El arte de Birlibirloque» en la visión de lo que es al arte de torear que plasmó el mismo Ignacio Sánchez Mejías en su conferencia en la Universidad de Columbia en Nueva York en 1929. Asimismo, citó a Rafael Alberti , que se encontraba en la Unión Soviética cuando el torero murió en Manzanares en agosto de 1934, y que le dedicó el poema «Verte y no verte» .

En el turno de debate, Luis García Montero contestó cuestiones sobre la adaptación de esta elegía y de otras letras de Lorca al flamenco o el acercamiento de la Generación del 27 a la cultura del toro como «maridaje de la fuerza bruta del toro y la posibilidad de crear arte a través de una faena».

La pimera sesion del seminario continuó con una mesa redonda sobre la importancia Sevilla en el nacimiento de la Generación del 27 con el poeta Carlos Marzal , el catedrático de Literatura Española, Rogelio Reyes Cano y el periodista, escritor y director del Centro Andaluz de las Letras, Juan José Téllez. Para la inauguración intervinieron el teniente de Hermano de Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, Santiago de León ; el director general de Interior, Demetrio Pérez , y el director de la cátedra Ignacio Sánchez Mejías de la Universidad de Sevilla, Juan Carlos Gil .

El seminario celebra hoy su segunda sesión con dos mesas redondas. A las 18: 30 horas, el rejoneador Diego Ventura y los diestros Miguel Ángel Perera y Ginés Marín hablarán de «La tauromaquia como fiesta total». A las cinco y media, está previsto un debate con Mariano Pascal —miembro de la Comisión Taurina de la Casa de Misericordia de Pamplona—, y los empresarios Jorge Buendía , impulsor de la corrida pinzoniana de Palos de la Frontera, y Rui Bento Vasques , de la plaza de toros de Campo Pequenho de Lisboa.