Quinto puesto y diploma para los sevillanos Jaime Canalejo y Javier García en la final del dos sin timonel

Los croatas Martin y Valent Sinkovic demostraron una vez más, con su tercera medalla de oro en unos Juegos Olímpicos, que simplemente están a otro nivel en relación a sus competidores. Tuvieron que pelearlo mucho los balcánicos, que andaban un barco por detrás de los británicos faltando apenas 300 metros, pero entonces aceleraron aumentando de manera exponencial la potencia de su remada hasta hacerse con la victoria con una ventaja de 45 centésimas sobre el segundo.

Los británicos Oliver Wynne-Griffith y Tom George, plata, dominadores de tres cuartas partes de la prueba, se quedaron con la miel en los labios, rendidos ante el salvaje poderío en el esprint de los hermanos croata, que en 2024 volvieron al dos sin timonel tras pasar dos años del ciclo olímpico en el doble scull con el objetivo de reeditar el oro de Tokio. Suiza completó el podio, con Rumanía en la cuarta posición, España en la quinta e Irlanda, sin opciones de pujar por los metales, sexta tras ser superada por los remeros del Club Náutico en el último quinientos.

Como en toda final olímpica, se preveía una regata muy competida, con las medallas carísimas. Y así fue. Dio la impresión de que todo sucedió muy rápido para los españoles, que habían sido primeros de su serie clasificatoria el pasado domingo y terceros de su semifinales, tras croatas y suizos, en la semifinal del miércoles. Con sus méritos contraídos se habían hecho acreedores de estar entre los candidatos a las preseas a pesar del potencial y el currículum de sus rivales. Remando por la calle uno, Canalejo y García eran sextos al paso por los 500 metros (1:35.42), por el ecuador (3:14.78) y por el 1.500 (4:53.76). Por delante, Gran Bretaña, Rumanía y una disputada tercera posición entre Suiza y Croacia.

La progresión de los campeones olímpicos fue espectacular. Quintos pasaron el 500 y terceros y cuartos el mil, respectivamente, aunque ya proa con proa con los helvéticos, vigentes campeones del mundo. Todo se decidió en el último segmento, cuando los Sinkovic, a casi 3 segundos de la cabeza entonces, apretaron el turbo y en unos 300 metros se zamparon la considerable ventaja de un barco que habían reunido los británicos. Croacia paró el crono en 6:23.66; Gran Bretaña, en 6:24.11; y los suizos Roman Roeoesli y Andrin Gulich, en 6:24.76.

Rumanía experimentó el proceso inverso a los croatas, pinchando en el último segmento: del segundo al cuarto puesto, sin medalla. Como los españoles, que han vuelto a estar en una final olímpica, con los mejores del mundo en su especialidad, tras un ciclo olímpico brillante y una trayectoria de seis años remando juntos en el dos sin que se salda, hasta la fecha, con dos diplomas olímpicos, siete medallas en pruebas de la Copa del Mundo (cuatro platas), tres bronces en Campeonatos de Europa y una plata en mundial. Un palmarés sobresaliente. La opción de Jaime y Javier era la última para el remo español, que se marcha sin metales de París. El coriano Fernando Climent y el guipuzcoano Luis María Lasurtegui seguirán siendo cuatro años más los únicos remeros españoles con una medalla olímpica. La lograron el 5 de agosto de 1984 en el californiano Lago Casitas.