Así ha quedado la calle Méndez Núñez tras la primera fase de las obras

En las últimas horas, la calle Méndez Núñez se muestra ya despejada de las vallas y del resto de elementos útiles para la obra. En su lugar, la Gerencia de Urbanismo ha colocado una serie de maceteros en los accesos desde la Plaza Nueva y el resto de vías adyacentes, impidiendo así que los vehículos privados puedan volver a circular por ella de momento. Esta decisión está motivada en el hecho de que todavía no se da por finalizado el fraguado del adoquín, algo que según fuentes municipales tarda aproximadamente un mes desde que se instala. Por tanto, la medida que se ha arbitrado es la de permitir el flujo de personas a pie por esta calle, que se ha convertido en un espacio peatonal fundamental para dar salida a las altas concentraciones de público que se producen estos días de Navidad en el Centro.

Por ahora, el gobierno de José Luis Sanz no ha tomado una decisión sobre si Méndez Núñez abrirá o no al tráfico durante estas fiestas navideñas. En un principio, el cronograma de las obras que se anunció en verano si apostaba por esta opción, aunque la dificultad para llevarla a cabo ha llevado a los responsables municipales a estudiar la conveniencia de mantener la calle como una vía peatonal hasta después de los Reyes Magos, que es cuando se espera que comiencen los trabajos de la segunda fase de la obra. Es decir, la que afectará al tramo comprendido entre la esquina con Moratín y la Plaza de la Magdalena. Movilidad analiza si es conveniente cambiar sólo por unos días el plan de tráfico que se habilitó en el entorno de la Plaza Nueva para estas obras, que incluía el cambio de sentido momentáneo de calles como Carlos Cañal o Harinas, y que consideran que ha funcionado bien.

Por ello, la opción que ahora mismo gana más peso es la de mantener este carácter peatonal de Méndez Núñez durante toda la Navidad, puesto que se ha comprobado que no tiene una influencia negativa en la circulación de los vehículos en la zona y que se ha garantizado el acceso con normalidad a los aparcamientos públicos de San Pablo y Plaza Nueva. Es más, el propio plan de movilidad para estas fiestas, que limita el acceso de los coches privados hasta el interior del Casco Antiguo, es otro de los aliados del Ayuntamiento a la hora de defender este planteamiento. A ello habría que sumar también la necesidad expuesta por los operarios de que es conveniente dejar asentar el adoquín de Gerena para evitar que sea necesario volver a intervenir en el mismo poco tiempo después de inaugurarse. La decisión, no obstante, se va a tomar en las próximas horas, una vez analizados los pros y los contras.

Las obras de Emasesa en la calle Méndez Núñez cuentan con una inversión de algo más de 1,4 millones de euros y un periodo de ejecución de unos siete meses. Para evitar su afección al normal discurrir de la ciudad, el gobierno de José Luis Sanz planificó su ejecución en dos fases temporales distintas. Una primera, que ya se da por concluida, que arrancó el pasado mes de julio y que ha afectado al tramo comprendido entre la Plaza Nueva y la esquina con la calle Moratín. En ella, los operarios han invertido algo más de cuatro meses. La segunda fase, entre Moratín y la Plaza de la Magdalena, arrancará el 7 de enero, una vez que estén finalizadas las fiestas navideñas, y se prevé que se prolongue hasta el 27 de marzo. Es decir, debe estar concluida para el Viernes de Dolores, de modo que quede liberada en Semana Santa.

El proyecto, además de cambiar la torta de asfalto por el adoquín de Gerena y de la implantación de la plataforma única, conlleva la transformación de esta calle en una vía mucho más amable desde el punto de vista sostenible. En Méndez Núñez se han plantado ya una gran parte de los casi 20 árboles previstos, dando así un aspecto más verde a una zona donde apenas había espacios de sombra en los que refugiarse. Se trata de unos ejemplares de la especie Sophora japónica 'Pyramidalis', que se caracterizan por ser de gran porte y que se implantaron en otras reurbanizaciones recientes como las de las calles Amor de Dios o Regina. Además, se habilitarán también hasta dos bandas de aparcamiento para vehículos, concretamente en la acera de los pares entre las intersecciones de las calles Moratín y San Pablo y en la de los impares entre Albareda y la Plaza Nueva.