Suscríbete a
ABC Premium

Reloj de arena

Manuel Lucas Adame: ¿Tú eres artista?

Este sevillano tiene una habilidad especial para lo que proclamó Casanova: «Mi ocupación principal fue cultivar siempre el goce de los sentidos»

Lucy Prescott: la marquesa del 103

Manuel Lucas Adame ABC
Félix Machuca

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Debió tener una carrocería bonita, con los pelos sin gobierno, con la guitarra en sus manos, con el fuego en los ojos que derretía a las guiris de su época, aquellos sesenta de más espinacas que jamón y más apreturas que aperturas. Los sueños, casi ... todos, solían ser transfronterizos. En su casa de San Bartolomé lo querían ver hecho un hombre de bien. Le ganaron una beca. Pero el niño no acabó el bachiller y la madre le advertía, desde ese temor atávico que inspira un hijo en otra onda, que tocar la guitarra era de golfos. Y Manolo estaba engolfado con la guitarra. Tanto que la madre de Mario Maya le preguntó un día, sin conocerlo: ¿tú eres artista? Y en Casa Román, Ansonini el del Puerto, que llegó a bailar en los EE.UU., también le salió con lo mismo. Ya digo, tenía talla y pinta de artista. Con aquella guitarra que hacía sonar bajito y con educación en la plaza de Doña Elvira, junto con otros amigos, para ponerle a la noche estrellada del barrio una falseta por rumbas, dejando en el babero de las guiris asombrado por tanto exotismo, la magia que Isak Dinesen descubría escuchando cantar a los masais de su cafetal en África. Lucas es septuagenario. Pero por entonces no llegaría a la veintena. Con esa edad tenía el derecho de comerse el mundo. Porque además de tocar la guitarra, la pared de la cocina de su madre era un mural de héroes de comic de la época, que Lucas pintaba para dejar claro que lo que iba a hacer en su vida lo haría con sus manos.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia