El Gobierno de Sánchez no ha invertido ni un céntimo en el estadio de la Cartuja

La situación del recinto cartujano, cuyo 25 por ciento de su titularidad recae en el Ejecutivo nacional, es bien distinta a la del resto de sedes de cara al Mundial 2030

La Junta de Andalucía destinará 8,5 millones de euros a reformar en 2026 los accesos del estadio de la Cartuja

La vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, aplaude junto al Rey Felipe VI en la última final de la Copa del Rey celebrada en Sevilla Manuel Gómez / ABC

El Gobierno de España, que tiene un 25 por ciento de la participación societaria del estadio de la Cartuja de Sevilla, no ha puesto ni un solo céntimo en su reforma. De hecho, la inversión que el Consejo Superior de Deportes (CSD), perteneciente al ... Gobierno de España, anunció en su día para lograr la candidatura conjunta de cara al Mundial 2030 (7,5 millones de euros) no alcanza siquiera la última partida presupuestaria que la Junta de Andalucía ha contemplado para revitalizar los accesos y mejorar los espacios interiores del estadio de la Cartuja con el inicio en los primeros meses de 2026 (8,5 millones de euros en total).

El caso no llamaría la atención de no ser porque el que concurre como una de las sedes es el mencionado estadio sevillano, hoy día casa temporal del Betis, un campo el de la Cartuja que a su vez es copropiedad de varias administraciones, desde la regional a la nacional, pasando por la supramunicipal y la municipal. No en vano la suya goza de una condición muy particular. La que mayor potestad tiene sobre lo que se decida sobre el césped de la cartuja fuera de lo que se juegue en él mayormente es la Junta de Andalucía, que posee un 40 por ciento de su titularidad. Es, de hecho, la que está encima de todos los retos a los que se apunta el coliseo hispalense, con la participación del propio presidente, Juanma Moreno, en tratar de que la final de la Copa del Rey no salga de la frontera de Andalucía.

Con todo, es el Gobierno de España el segundo mayor participante societario en la Sociedad Estadio Olímpico S.A, con un nada desdeñable cuarta parte, casi el doble del 13 por ciento que ostenta la Diputación de Sevilla, a la que tampoco le consta ningún tipo de contribución al recinto en este sentido. Ser el poseedor de un 25 por ciento de las participaciones es algo que no sucede con ninguna otra de las sedes que se postulan para la gran cita internacional prevista para 2030. Sin embargo, el Gobierno no responde a dicha competencia y menos a su cuota de responsabilidad. No es achacable en este contexto la ausencia de dicha inversión por no beneficiar a una sede española en concreto antes que ninguna, sino de corresponder a las necesidades estructurales a las que tienen que buscarle solución otras administraciones de menor rango y por ende con menor capacidad financiera.

Una cuarta parte de la participación del estadio de la Cartuja es propiedad del Gobierno, que no ha dedicado inversión alguna a mejorar la Cartuja, una de las sedes del Mundial de 2030

Nada ha aportado hasta la fecha el Gobierno de España para mejorar ni integral ni superficialmente las infraestructuras de este recinto hispalense de vocación olímpica, pese a que es sabedora de la ministra Pilar Alegría, responsable del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, de que la capital andaluza ahora tan sólo puede contar con dos estadios para partidos de fútbol y conciertos, previsiblemente hasta el año 2028, al encontrarse el estadio Benito Villamarín en pleno proceso de reconstrucción, y el Ramón Sánchez-Pizjuán mantenerse la espera de ver cómo continúa su hoja de ruta el club sevillista para renovar Nervión.

Así que mientras la ciudad de Sevilla pierde temporalmente el uso y la explotación de uno de sus recintos deportivos, tiene que ver cómo tan sólo la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla —con un 19 por ciento, un seis por ciento menos de lo que posee el Gobierno— se encargan de impulsar en términos económicos la candidatura cartujana para albergar el Mundial 2030, ampliando el aforo de los 52.000 anteriores a los 70.000 espectadores de los que goza hoy día, adecentando los aledaños y modernizando su interior. Algo que sí está proponiéndose la Junta con esta doble intervención que se espera efectuar tanto a nivel interno como externo bajo esa nueva inversión de 8,5 millones de euros.

La final de Copa, en el aire

A esta circunstancia se le une también el diluido carácter finalista de la Cartuja, otrora sede de la Eurocopa en Sevilla y protagonista de las últimas seis finales consecutivas de la Copa del Rey, dado que la de la temporada 2018-19 el anfitrión fue el antiguo Benito Villamarín. Siete años después de ese creciente auge cartujano, auspiciado especialmente por la Junta de Andalucía a través de la Consejería de Cultura y Deporte que en su día gobernaba Javier Imbroda y ahora dirige Patricia del Pozo, Sevilla no tiene confirmado oficialmente que vaya a ser otra vez la ciudad que albergue la cita de las citas del torneo copero. Lo pelean la propia consejera del ramo y el presidente de la Junta, Juanma Moreno, además de Pedro Curtido, presidente de la RFAF, que trata de convencer a los suyos en la federación.

En las dos últimas, se recuerda, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, desplazó en la grada al presidente de la Junta para presidir ella el palco junto al Rey Felipe VI, pese a que el Gobierno a nivel nacional ha ignorado todos estos años acometer cualquier tipo de inversión que suponga alguna mejora más o menos sustancial para el estadio de la Cartuja.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Bienal
Dos años por 19,99€
220€ 19,99€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
3 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 3 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios