La opinión de Adriano
Bumerán
La oferta de pisos de alquiler es cada vez más escasa, las viviendas suelen ser viejas y, pese a ello, el coste medio de las habitaciones se ha disparado
Un estudiante tiene que pagar de media 350 euros por una habitación en Sevilla
Mandar a un hijo a estudiar a Sevilla es una hipoteca insostenible. La oferta de pisos de alquiler es cada vez más escasa, las viviendas suelen ser viejas y, pese a ello, el coste medio de las habitaciones se ha disparado. No todas las familias pueden asumir 350 euros, más la matrícula y el resto de gastos. El mercado ha saltado por los aires y las condiciones a veces son leoninas.
Algunos caseros piden sólo chicas, otros exigen de aval el Dacia Sandero del padre, tres meses de fianza y que paguen también el mes de vacaciones. Eso sí, con contratos temporales para que sea el inquilino el que pague la comisión de la inmobiliaria y para que, cuando llegue el curso siguiente, el precio pueda subir por encima del IPC.
Esto es lo que ha conseguido el Gobierno del progreso con una nueva ley que ha resultado ser un bumerán.
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