Convulsiones: ¿sabes cómo controlar a la víctima?

Normalmente, la víctima pierde la consciencia o, al menos, muestra cierta debilidad. Puede incluso presentar un incremento en la salivación, mandíbula apretada, ojos desviados, fijos o en blanco, movimientos que sacuden todo el cuerpo o, incluso, rigidez.

Estos son solo algunos de los síntomas que pueden presentar quienes sufren una crisis de este tipo.

Lo más importante, tal y como explican desde Cruz Roja Cataluña, es intentar que la víctima no se golpee. Si está de pie y empieza a convulsionar, intenta que no se desplome y túmbala sobre el suelo.

Anota la hora en la que empieza el ataque y aleja todo lo que haya alrededor si la situación tiene lugar un sitio cerrado (mesas, sillas, papeleras, etc.). Evita, también, que se acerquen los «curiosos».

A continuación, acomoda a la víctima. Sitúa bajo su cabeza una almohada, una chaqueta, una toalla... y aflójale las prendas de ropa para que pueda respirar bien.

Cuando la crisis se le haya pasado, coloca a la víctima en posición lateral de seguridad. ¡Y no olvides anotar de nuevo a qué hora han terminado las convulsiones!

En el caso de niños, suelen darse las convulsiones febriles. El objetivo, entonces, es bajar la fiebre al pequeño, tal y como informa Cruz Roja, por lo que debemos coger agua tibia y mojar al niño con paños.

Pero hay veces que hay que llamar al 112 cuando la víctima se encuentre en cualquiera de los siguientes casos:

- 10 minutos inconsciente

- 5 minutos convulsionando

- Primer ataque o repetición en el mismo día

- Cuando se desconozcan las causas

- Cuando no hay fiebre, en el caso de los niños

Desde SAMUR-Protección Civil indican además que nunca:

- Se sujete a la víctima durante las contracciones musculares

- Se introduzca la mano en su boca ni cualquier objeto (podría romperse o tragarse)

- Se fuerce la mandíbula para abrirla e introducir algo o evitar que se muerda la lengua

- Se den bebidas o alimentos cuando la víctima comience a recuperar la consciencia