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ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR

Nuestros hábitos de vida y no los genes deciden si sufriremos un infarto

Las personas con una elevada predisposición genética a padecer un episodio cardiovascular mayor pueden reducir su riesgo a la mitad siguiendo un estilo de vida saludable

M. LÓPEZ

La probabilidad de una persona de desarrollar una enfermedad cardiovascular y, por tanto, de sufrir un infarto o un ictus, viene condicionada por su ADN. Y es que como han mostrado infinidad de estudios, las personas que han heredado algunas variantes de ciertos genes tienen ... un riesgo cardiovascular muy, pero que muy, elevado. Entonces, y dado que el ADN no se puede modificar, ¿no hay nada que estas personas puedan hacer para evitar fallecer por un infarto? Pues sí. Simplemente tienen que adoptar un estilo de vida saludable. Es decir, no fumar, practicar ejercicio y evitar el exceso de peso, medidas que es bien sabido que reducen el riesgo cardiovascular de cualquier persona. De hecho, un estudio dirigido por investigadores del Hospital General de Massachusetts en Boston (EE.UU.) muestra que la población con una elevada predisposición genética a desarrollar una enfermedad cardiovascular puede reducir su riesgo de infarto o de episodio de muerte súbita a la mitad por el simple hecho de adoptar un estilo de vida saludable.

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