Primeros datos de la eficacia de dos antivirales frente al virus de la viruela del simio

Los pacientes analizados en el estudio no solo representan los primeros casos de transmisión intrahospitalaria y transmisión domiciliaria fuera de África, sino que el trabajo informa de la respuesta de los pacientes al primer uso no indicado de dos medicamentos antivirales diferentes, brincidofovir y tecovirimat , para tratar la enfermedad.

De los dos antivirales empleados, los datos muestran que el brincidofovir no aportó apenas beneficio clínico, pero los investigadores creen que está más que justificada una mayor investigación sobre el potencial del tecovirimat debido a los resultados obtenidos.

La información también es relevante para la detección del virus.

Los autores presentan datos sobre la detección del virus de la viruela del simio en frotis de sangre y garganta. Y, debido a que todavía no se han establecido estrategias óptimas de control de infecciones y tratamiento para esta enfermedad, los datos podrían ayudar a comprender mejor las características clínicas de la enfermedad, así como la dinámica de transmisión.

Mientras los esfuerzos están centrados en comprender qué está causando los brotes de viruela del simio en Europa y América del Norte, que han afectado a varios pacientes que no habían viajado ni había tenido vínculos con casos conocidos, «nuestro estudio ofrece algunos de los primeros datos sobre el uso de antivirales para el tratamiento de la viruela del simio en humanos», asegura Hugh Adler, del Sistema Nacional de Salud de Reino Unido , y autor principal del artículo.

De los siete casos analizados, cuatro eran importados de África occidental y los otros tres se produjeron debido a la transmisión de persona a persona.

Los autores analizaron los datos clínicos y de análisis de sangre y frotis de nariz y garganta para describir la duración y las características clínicas de la viruela del simio en un entorno de altos ingresos. También informaron sobre la respuesta de los pacientes a los antivirales desarrollados para tratar la viruela ( brincidofovir y tecovirimat ), que previamente demostraron cierta eficacia contra la viruela del simio en animales.

Entre 2018 y 2019, cuatro pacientes fueron tratados por viruela del simio. Tres eran casos importados de África Occidental y el cuarto ocurrió en un trabajador sanitario 18 días después de la exposición inicial al virus y fue el primer ejemplo de transmisión de viruela del simio en un hospital fuera de África.

Los tres primeros fueron tratados con brincidofovir siete días después de la aparición inicial de la erupción, pero el fármaco no logró ningún beneficio clínico convincente . Los investigadores ignoran si la administración más precoz del fármaco habría producido resultados clínicos diferentes. A pesar de ello, todos los pacientes se recuperaron por completo.

Los otros tres casos se identificaron en 2021 en una familia que viajaba desde Nigeria, y dos son los primeros ejemplos de transmisión doméstica fuera de África. Uno de los pacientes fue tratado con tecovirimat y experimentó una duración más corta de los síntomas y la excreción viral del tracto respiratorio superior que los otros casos en este grupo.

Sin embargo, los autores señalan que no se pueden sacar conclusiones sobre la eficacia antiviral contra la viruela del simio en una cohorte tan pequeña, lo que exige más investigación sobre antivirales para tratar esta enfermedad tropical desatendida.

Adler apunta de que a pesar de que este último brote ha afectado a más pacientes de los que se habían identificado anteriormente en el Reino Unido, «históricamente la viruela del simio no se ha transmitido de manera muy eficiente entre las personas y, en general, el riesgo para la salud pública es bajo».

La viruela del simio es un pariente cercano del virus de la viruela. Actualmente no hay tratamientos autorizados y hay datos limitados sobre la duración de su capacidad de contagio, con un período de incubación que oscila entre cinco y 21 días . Los pacientes suelen permanecer aislados en un hospital especializado para evitar propagar el virus a otras personas.

Se propaga a través de la transmisión de animal a humano, generalmente por la mordedura de un animal o por comer carne cocinada incorrectamente. En escasos ocasiones, el virus puede propagarse a través de la transmisión de persona a persona. El primer caso humano de viruela del simio se detectó en 1970 en la República Democrática del Congo.

Las tasas de mortalidad publicadas varían mucho, entre el 1 y el 10 % en la cuenca del Congo y menos del 3 % en Nigeria. La mayoría de las muertes por viruela del simio ocurren en niños y personas que viven con el VIH.

«Durante brotes anteriores de viruela del simio, los pacientes se consideraban infecciosos hasta que todas las lesiones formaban costras. En estos siete casos del Reino Unido, se observó excreción viral durante al menos tres semanas después de la infección. Sin embargo, los datos sobre la infectividad siguen siendo limitados y son un área importante para futuros estudios », comenta Catherine Houlihan, de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido y del University College London , una de las coautoras del artículo.