La carne procesada también empeora los síntomas del asma

Como explica Zhen Li, director de esta investigación publicada en la revista « Thorax », « nuestro trabajo amplía los efectos deletéreos de las carnes procesadas sobre la salud , así como el efecto de la dieta sobre el asma en los pacientes adultos, y ofrece un nuevo enfoque analítico sobre el papel del índice de masa corporal en la asociación entre la dieta y el asma».

Para llevar a cabo la investigación, los autores analizaron los datos registrados entre los años 2011 y 2013 sobre la dieta –muy especialmente, sobre el consumo de carne procesada o curada–, el índice de masa corporal (IMC), los síntomas del asma –entre otros, la falta de aliento o ‘disnea’ y la sensación de opresión en el pecho– y las características demográficas de 971 adultos con asma.

Los resultados mostraron que 513 participantes –o lo que es lo mismo, el 53% del total de la muestra– no experimentaron ningún cambio en la sintomatología del asma durante los tres años de estudio. Y asimismo, que los síntomas habían mejorado en un 27% de los casos y empeorado en el 20% restante.

Los autores observaron una relación entre la carne procesada o curada y el empeoramiento de los síntomas del asma. Y es que conforme aumentaba el consumo semanal de este tipo de carne, mayor era el porcentaje de participantes que experimentaron un agravamiento de la sintomatología de la enfermedad : un 14% para los que consumieron una media inferior a una porción semanal; un 20% para los que habían ingerido un promedio de una a cuatro porciones semanales; y un 22% para aquellos que comieron más de cuatro porciones por semana.

Es más; una vez descartados otros factores que, como el tabaquismo, el ejercicio físico, el sexo y la edad, podían asimismo influir sobre los síntomas del asma, los resultados mostraron que los pacientes que consumían las mayores cantidades de carne procesada o curada –más de cuatro porciones semanales– tenían una probabilidad hasta un 76% mayor de sufrir un empeoramiento de la enfermedad que aquellos con el menor consumo de este tipo de carne –menos de una porción a la semana.

Y en este contexto, ¿qué relación se estableció entre el exceso de peso y los síntomas del asma? Pues como apuntan los autores, «si bien el sobrepeso y la obesidad se han asociado a un empeoramiento de la enfermedad, nuestros cálculos muestran que solo representaron un 14% de esta asociación, lo que sugiere que el consumo de carne procesada puede jugar un papel independiente en la sintomatología del asma».

En definitiva, comer carne procesada, y muy especialmente cuando este consumo excede de las cuatro porciones semanales, conlleva un agravamiento de los síntomas del asma.

Pero, exactamente, ¿a qué obedece este efecto negativo? Pues la verdad es que, dado que se trata de un estudio observacional y, por tanto, no se pueden extraer conclusiones del tipo ‘causa y efecto’. no se sabe. Sin embargo, concluyen los autores, « las carnes procesadas y curadas son ricas en nitritos, compuestos que pueden jugar un papel en la inflamación de las vías aéreas que tiene lugar en esta enfermedad ».