Una turista va al 'Benidorm' de Corea del Norte de vacaciones y vuelve maravillada: «Todo estaba inmaculado. Las tumbonas eran nuevas»

Todo cambió el pasado mes de julio, cuando el régimen de Pyongyang inauguró oficialmente Wonsan‑Kalma, un enorme resort con capacidad para casi 20.000 visitantes, situado en una ciudad portuaria del golfo de Tongjoson, frente a las costas japonesas. Con instalaciones como toboganes, hoteles, restaurantes y zonas de ocio, el complejo ha recibido este verano las primeras visitas de pequeños grupos de viajeros rusos.

Considerada como la gran ambición de Corea del Norte para atraer al público extranjero, el complejo está inspirado en la ciudad española de Benidorm. Se dice que hasta allí fue enviada en 2017 una delegación norcoreana para una misión de investigación, con la intención de tomar ideas para construir este lugar. Aún así, su creación no estuvo exenta de polémica: durante años, grupos de derechos humanos criticaron las duras condiciones de los trabajadores involucrados.

Entre los primeros que pudieron visitar la nueva zona turística norcoreana se encontraba Anastasia Samsonova. A sus 33 años, esta trabajadora de recursos humanos rusa se convirtió en julio en una de las primeras turistas en alojarse en este nuevo centro vacacional junto a otras 14 compatriotas. Lo hizo tras sumarse a un viaje organizado por una de las agencias de viaje acreditadas y, hace unas semanas, contó la experiencia a BBC News Russia.

Según relató durante su entrevista, la estancia en Corea del Norte fue estrictamente controlada: había guías y guardias que los acompañaban a diario para «prevenir situaciones en las que interactuáramos con los lugareños y los asustáramos». «Cuando caminábamos por la calle, nos miraban con gran sorpresa. El país ha estado cerrado durante mucho tiempo», recordaba esta turista.

Tanto ella como los otros viajeros que la acompañaban contaban con un itinerario fijo del que no se podían desviar sin el permiso de las autoridades norcoreanas. Además, se les exigió que no fotografiaran lugares en construcción y que tampoco emplearan ropa reveladora durante su estancia allí.

A pesar de las restricciones impuestas por el país liderado por Kim Jong-un, para Anastasia la experiencia en Wonsan‑Kalma fue algo inolvidable. Fueron, según relata, «unas vacaciones sin gente», donde pudo disfrutar de playas casi vacías con arena blanca y también de unos servicios al alcance de pocos lugares turísticos del mundo.

«Todos los días se limpiaba y nivelaba perfectamente la playa. Todo estaba inmaculado. Las tumbonas eran absolutamente nuevas, todo impecable. La entrada al mar era muy suave, así que sí, realmente era una muy buena playa», explicó sobre su estancia allí.

Respecto a cómo eran sus días allí, esta turista rusa ha contado que desayunaban en torno a las 08.00 horas si habían programado actividades esa mañana y a las 09.30 horas en los días más relajados. En cuanto a la comida, cuenta que había «mucha carne», típicamente en salsa agridulce, así como acompañamientos de repollo picado y zanahorias en salsa.

En cuanto a los precios, la joven afirma que eran especialmente asequibles a pesar de ser una zona destinada para atraer turistas. En Wonsan, una botella de cerveza de medio litro podía costar en torno a 60 centavos en la playa.

A pesar de que algunos anuncios de viaje hablaban de que el complejo vacacional se encontraba en una zona muy cercana a un punto de prueba de misiles, Anastasia niega que se lanzara ningún proyectil mientras ella estuvo allí. Aún así, sí observó que se vendían algunos juguetes con esta forma por casi 40 dólares en algunos establecimientos.

Respecto al coste de la experiencia, un viaje de una semana desde Rusia a Corea del Norte, incluidos tres días en el complejo Wonsan Kalma, cuesta 1.800 dólares.

A la espera de saber cuándo el gobierno volverá permitir la entrada de nuevos turistas en el resort norcoreano, la agencia de viajes rusa Vostok Intur ya trabaja para tratar de lanzar nuevas expediciones. Una decisión que han tomado ante el gran interés que ha levantado la experiencia de estos primeros viajeros, que han quedado encantados tras sus vacaciones.

Esta compañía, la primera que ha ofrecido este paquete turístico de ocho días a este lujoso balneario norcoreano, espera que las autoridades norcoreanas vuelvan a negociar con ellos de cara a unas posibles visitas en septiembre. Aunque hace unos meses ya anunciaron en internet viajes programados mediados de septiembre, estos han sido eliminados de su página web.

Y es que, a pesar de las restricciones a las que tendrán que someterse los viajeros rusos que se alojen en el complejo de Corea del Norte, incluso estos primeros turistas esperan repetir el viaje el próximo año.

«De hecho, estamos pensando en reunir a todo el grupo el próximo año para ir al mismo lugar. No estoy segura de si podremos hacerlos, pero he oído que también hay una estación de esquí cerca de Wonsan Kalma. Tal vez algún día visite ese resort también», reveló esta durante su conversación con BBC News.