Va a un restaurante de comida española en Tokio y este es su veredicto: «Un tanto peculiar»

Y es que nuestra gastronomía les deja alucinados, especialmente por la calidad de nuestros productos y la infinidad de platos regionales. Quienes vienen aquí esperan poder probar la paella, las tapas, el jamón ibérico o las croquetas y el salmorejo. La admiración es tal que incluso en Japón se pueden encontrar restaurantes españoles regentados por nipones, aunque seguro que quienes van allí prefieren comer sushi y comida asiática.

Antonio Pino, el creador de contenido conocido como Reven, ha estado precisamente allí de viaje recientemente y ha querido vivir la experiencia de comer en un restaurante de Tokio especializado en comida española, algo que ya intenta hacer siempre que viaja al extranjero. Ahora ha subido el vídeo con su veredicto en su TikTok (@koireven) y está interesando mucho, ya que ya supera las 256.000 visualizaciones.

Reven acude a un restaurante que está dentro de un centro comercial, que se llama Miguel Juani y nada más llegar se encuentra con un cartel que recuerda que han ganado premios por sus paellas y con que el local, como todos los restaurantes japoneses, tiene recreaciones realistas de los platos. Al mirar la carta alucina con que los arroces salen a 40 euros por persona.

En las imágenes se ve como un responsable del local le explica que tienen croquetas o arroz y también que el Miguel Juani tiene un cargo adicional de 4 euros por persona por comer más tarde de las 2:30, algo que a Reven le parece «rarete». Dicho esto empieza la degustación arrancando con un tentempié que es como gamba molida.

Reven queda decepcionado al descubrir una servilleta sucia pero por el contrario le parece fantástico «que tengan cubiertos. O sea no hay opción ni de palillos». El 'tiktoker', sentado delante de unos carteles decorativos de Veterano Osborne, prueba la sangría, que le parece «bastante buena» y «suavecita» por lo que está convencido de que está «mejor que en muchos sitios de España, no va en coña».

El jamón que pide, que le llega con una «presentación top» aunque con un «chorrazo de aceite» que le parece excesivo, «no es de la mejor calidad» pero Reven destaca que «sigue siendo mejor que el que comimos en Berlín». También le sorprende el aspecto de la tapa de tortilla, que confiesa que «me gustaría un poco más poco hecha». El joven cree que está un poco sosa pero la prueba con una salsa blanca que le han traído, que es como un alioli suave y entonces confiesa que mejora.

Respecto a las minicroquetitas, que cree que son «importadas de supermercado», lamenta que no sean caseras y confiesa que «no son demasiado para saborear. Luego le llegan unas gambas al ajillo, que le gustan porque en la mesa «siguen haciendo el chup chup» y porque además el producto es de buena calidad. «Están gorditas, tiernas, cocientes», destaca.

«Nos han traído el pan un poco quemado, pero es la primera vez que veo pan en todo lo que llevo en Japón», destaca con una cierta alegría antes de que le llegue el arroz. «Si somos puristas, la paella valenciana solo debe tener arroz, una pizca de pimentón, azafrán, conejo y en la parte verde bajo, una judía verde plana», dice él buscando por Internet los ingredientes. «Lo cumple bastante», incide.

Con todo, le llama la atención cómo aparece el conejo cortado y que el pollo se presente con alitas. Por todo ello, no puede más que considerar que «los ingredientes los cumple, pero de una forma un tanto peculiar», aunque luego catándola no lo tiene tan claro porque encuentra alubias y setas. «Aquí los valencianos vais a colapsar», ironiza. Además, añade que el conejo está muy seco y que el arroz tiene un sabor raro porque parece hervido blanco pero con un tinte amarillo.

«Que esta paella tenga premio me hace pensar que si alguien quiere emigrar a Tokio y consigue abrir un p... restaurante de paella 'top top' y te traes unos cuantos cerdos para tener jamón 'top top top' te forras», destaca él. Para acabar la comida tiene una «crema catalana» que, aunque nunca ha sido fan de los caramelizados le parece «bastante bueno».

Para acabar, Reven concluye que «me sorprende que es mejor el restaurante español de Tokio que el restaurante español en Berlín». Aún así, le pone un 4, así que «imaginad la nota del de Berlín...». Durante el vídeo el creador de contenido ha puntuado los platos. Al jamón le da un tres; a la tortilla, un 6,5-7; y a las croquetitas también un 5,5. Las gambas al ajillo, por su parte, se acercan al 9 y en el extremo contrario el arroz no pasa del 3, mientras que la crema catalana consigue el 7 de Reven.