Un profesor español vuelve a Cataluña tras haber trabajado en Japón y lamenta el sistema educativo «de boquilla»: «Es insostenible»

Ahora, acaba de poner punto y final a experiencia, que rememora como única, y ha vuelto a España, tal y como se ha encargado de explicar en su cuenta de TikTok (@buenosdiasporcierto) y de animar a otros a que luchen por cumplir sus sueños, como el que él acaba de vivir en Fukuoka, la ciudad en la que vivió.

Su vuelta a Tarragona ha sido también emotiva y prueba de ello es el vídeo con el reencuentro con Frodo, su perro, que hacía seis meses que no veía. En poco tiempo, además, ha tenido tiempo para comparar su día a día en Japón con el de España y no se ha podido resistir a hacer una reflexión «sobre la educación en Cataluña» que está siendo muy comentada. De hecho, ha conseguido en dos días más de 291.000 visualizaciones.

«Tenemos un grave problema con la educación», empieza su publicación, en la que cuenta que hace una semana que ha vuelto y que ya está trabajando de nuevo en España como profesor de Primaria. Así, Alejandro avisa antes que nada de que todavía se considera «un novato» en la profesión pero critica, con lo que ha visto y a pesar de que le apasiona su trabajo, «lo frustrante y lo desmotivador que es trabajar en escuelas o en educación».

El profesor deja claro que él es «feliz» con su empleo y que le encanta su trabajo «pero así es imposible». El joven, acto seguido, se pone a explicar que «la situación es insostenible, a nivel sobre todo organizativo» y que el fin de su mensaje es «una reclamación real» porque «no hay una educación pública de calidad, por lo menos en Cataluña».

Alejandro argumenta su queja en base a tres aspectos. Primeramente habla de la ratio y recuerda que un profesor, sea de infantil, primaria, secundaria, o FP, «no puede tener 25 o 30 alumnos en clase y pretender llegar a todos. Es que es imposible, lo digo así de claro». El joven incide en que cada alumno tiene su ritmo y su nivel de aprendizaje y habla de la inclusión.

«Queremos ser supermodernos, superempáticos y superinclusivos pero solo de boquilla, porque luego no se hace casi nada y faltan muchísimos recursos», considera él, que pone el ejemplo con lo que acaba pasando en las clases con los niños que están a distintos ritmos. Alejandro puntualiza que él cree que existe un problema de inclusión y de diversidad funcional pero sobre todo lo ve «a nivel de educación. Hay una falta de educación, cada vez más grave y más preocupante y, lo peor de todo, que cada vez empieza antes», comenta, antes de señalar a las familias.

Así, Alejandro lamenta que muchas familias «no hacen nada» con los niños más que traerlos al colegio, irlos a buscar y darles el móvil. «Las familias son una de las patas más importantes de la educación. No puede ser que no se eduque a los niños. Tenéis que estar con vuestros hijos», recomienda él, que incide en que «el simple hecho de estar con tu hijo, de pasar tiempo, de calidad si puede ser, con él es superimportante para su desarrollo».

El joven detalla que ahora está en Primaria y asegura que «no os podéis ni imaginar la de cosas que se escuchan, sobre todo el desprecio, que no hay respeto por los profesores». Alejandro también lamenta la «apatía constante que hay» y recuerda que podría mencionar muchos más aspectos, como la falta de motivación tanto de maestros como alumnos, que «es increíble».

Alejandro se queja especialmente de lo que ocurrió el año pasado a mitad de curso con una nueva ley, la Lomloe. «No tiene sentido, nos cambian todas las cosas», añade él que dice que podría hablar también «de metodologías, de aquí no trabajamos con libros, hacemos por proyectos...». «No quiero ser pesimista, todo lo contrario: lo que quiero decir que se puede mejor. Es que solo son pequeños grandes cambios que se pueden hacer para que todo vaya mejor».

«Estoy seguro que hay muchísima gente que es validísima y que se esfuerza y que quiere hace las cosas mejor», dice Alejandro, que acaba lanzando el mensaje al aire de que «necesitamos salvar la educación». Su dura opinión ha provocado un alud de comentarios y ha servido para que muchos coincidan con él en algunas de las cuestiones, como las ratios o la importancia de que la educación empiece en clase. Con todo, también ha habido quien le ha recordado que algunos se hacen profesores por las vacaciones.