Poner este objeto dentro del frigorífico te ayuda a ahorrar en la factura de la luz: todos tenemos uno en casa
Al estar funcionando las 24 horas del día este electrodoméstico se sitúa como uno de los aparatos que más energía consume
Cómo evitar intoxicaciones alimentarias: descongela en la nevera y no rompas la cadena de frío

La nevera, ese electrodoméstico silencioso que trabaja sin descanso, es una de las piezas clave de cualquier hogar moderno. Su función de conservar alimentos a temperaturas óptimas la convierte en un pilar esencial en la cocina. Sin embargo, al estar funcionando las 24 horas del día, este electrodoméstico se sitúa como uno de los aparatos que más energía consume. Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), un frigorífico puede representar entre el 15% y el 30% del total del consumo eléctrico de una vivienda. Por ello, muchas personas se preguntan si existe alguna forma de reducir su consumo energético. Y sorprendentemente, la solución podría estar en un objeto que la mayoría de nosotros ya tenemos en nuestra casa.
Un artículo publicado por la Universidad de Harvard ha revelado que colocar un corcho dentro del frigorífico puede ayudar a ahorrar en la factura de la luz. Este truco, basado en las propiedades del corcho como material poroso y ligero, puede mejorar la distribución del aire frío en el interior del aparato, reduciendo el esfuerzo del motor y, por lo tanto, el consumo energético.
¿Cómo funciona el corcho en el frigorífico?
El corcho es un material natural, derivado de la corteza del alcornoque, con propiedades que lo hacen único. Su estructura porosa y su ligereza permiten que actúe como un excelente aislante térmico y regulador de humedad. Pero, ¿cómo influye esto en un frigorífico?
El aire frío dentro de la nevera tiende a distribuirse de manera desigual, acumulándose en algunas zonas más que en otras. Esto provoca que el electrodoméstico tenga que activar su sistema de refrigeración de manera más frecuente para mantener una temperatura homogénea.
Según el artículo de Harvard, al introducir uno o varios tapones de corcho en el interior del frigorífico, el aire frío se distribuye de forma más uniforme. El corcho, al ser ligero y poroso, permite que el aire circule a través de sus cavidades, lo que contribuye a mantener una temperatura constante en todas las áreas del frigorífico. De esta manera, el motor no necesita encenderse con tanta frecuencia, lo que, a su vez, disminuye el consumo eléctrico.
Adiós a los malos olores
Además de su capacidad para mejorar la distribución del aire frío y reducir el consumo energético, el corcho también puede ser un aliado en la eliminación de malos olores dentro del frigorífico. Gracias a su estructura porosa, el corcho es capaz de absorber y neutralizar olores no deseados, manteniendo el ambiente más fresco. Al actuar como un filtro natural, ayuda a que los aromas de los diferentes alimentos no se mezclen, lo que puede ser especialmente útil en frigoríficos con muchos productos almacenados.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete