Un nutricionista va a Mercadona e indica cuál es la mejor lata de conserva que se vende en este supermercado: «Son un buen procesado»

No todos los productos que vemos en los estantes del supermercado son igual de saludables

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I. Asenjo

Abrir, rellenar y comer. Se antoja difícil encontrar algo más rápido de comer que compita en relación y esfuerzo con el placer de hacerse un sándwich o bocadillo de alguna lata de conserva como sardinas, anchoas o caballa. También como aperitivo en alguna zona ... refrescante para paliar los efectos de estas altas temperaturas que recorren estos días España.

Eso sí, hay que saber elegir bien, ya que no todos los productos que vemos en los estantes del supermercado son igual de saludables. ¿Podemos comer en lata de forma saludable? Sí, pero con matices, claro. Siempre surgen las dudas de si su contenido en sal o en mercurio las hacen nutritivas para el cuerpo. Todo lo que contenga aceites de otro tipo o salsas, como la de tomate o americana, tendrá peores grasas e ingredientes menos saludables.

A partir de ahí, lo principal será fijarnos en que el contenido de sal sea lo más bajo posible. Por otra parte, a la hora de comprar debemos tener cuidado con las etiquetas 'al natural'.

Carlos Ríos ofrece algunas claves para elegir los mejore productos del supermercado

En este contexto el nutricionista Carlos Ríos, que se ha hecho un nombre dentro del mundo de la nutrición gracias al 'realfooding', un término que él mismo acuñó y que aboga por comer comida real. ¿Entran las conservas dentro de este movimiento que promulga eliminar los ultraprocesados de la dieta y apostar por los productos frescos? Sí, y con rotundidad.

Se trata de alimentos conservados que son una buena opción para comer sano sin demasiada elaboración. «Las conservas son un buen procesado, pero elige las que no llevan aceite refinado», advierte Ríos en una de sus últimas publicaciones en las redes sociales.

El experto advierte que puede estar presente en algunas salsas que llevan las conservas que van con tomate, escabeche o salsa americana. «Es mejor priorizar conservas al natural o en aceite de oliva», recomienda.

Por otro lado aconseja tener cuidado con el mercurio, otro de los ingredientes a tener en cuenta a la hora de consumir conservas. «Un metal que mejor evitar», detalla Ríos en la grabación, en la que detalla que las conservas con los niveles de mercurio más altos son el atún o bonito y la caballa. La melva y el salmón al natural tienen un contenido moderado y en las sardinas, anchoas, mejillones y berberechos el nivel es muy reducido.

Contenido en mercurio de las latas de conserva de pescado

  • Atún y bonito: alto-moderado

  • Caballa: moderado

  • Salmón al natural: bajo-moderado

  • Sardinas y anchoas: muy bajo. «Mi fuente favorita de omega 3», declara Ríos.

  • Mejillones y berberechos: «casi nulo»

Por otro lado el profesional de la alimentación especifica cuántas latas de atún se pueden consumir a la semana. En el caso de los adultos, un máximo de tres, y en el de los niños y las embarazadas, tan solo una. Unas recomendaciones que se basan en las directrices de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sobre el consumo de pescado y la presencia de mercurio.

Una manera fácil y rápida de consumir más pescado y tomar proteínas de alta calidad

Recientemente la nutricionista Mihaela Bilic abogó también por el pescado enlatado, el cual merece más atención, según su opinión. «No los desprecies, porque son una fuente práctica, eficaz y asequible de omega-3. Ya sea atún, sardinas, espadín, arenque o caballa, el pescado enlatado es saciante, dietético (especialmente si se come en salmuera o salsa de tomate, no en aceite) y ¡está listo!», destacó la experta en una publicación.

La nutricionista y autora de «Comer no es pecado» destacó el contenido nutricional de ciertas conservas como las sardinas, de las que apunta que una lata puede suplir las necesidades de calcio de un adulto debido en parte a sus espinas comestibles. Es una fuente de proteínas, fósforo, hierro, ácidos grasos omega-3 y vitaminas B, B12, B6, E y D, fundamental para la absorción del calcio por los huesos.

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