Cómo lavar el nórdico en casa y evitar que se apelmace

Uno de los pasos para hacer el cambio de armario es lavar la ropa y prepararla para guardarla. En el caso de las mantas y edredones, podemos encontrar algunas dificultades dependiendo del tejido del que estén echas. En especial nos centramos en los nórdicos o el edredón de plumas, ese 'amigo' que nos acompaña en invierno y nos da calor.

Ahora ha llegado el momento de guardarlo hasta el próximo otoño-invierno, y además del espacio que ocupa, llega el temido momento de lavarlo si no lo has hecho recientemente, para almacenarlo limpio.

A priori, la opción más fácil y cómoda es llevarlo a la tintorería y que se encarguen de él sin implicarnos, pero el coste de este servicio puede alcanzar los 30 euros o más, dependiendo de cómo de sucio esté y de la dimensión. Para ahorrarnos esto existe la opción de lavar nuestro nórdico en casa, y tienes dos formas de hacerlo: a máquina o a mano.

La primera opción que te proponemos para lavar tu nórdico en casa es hacerlo en la lavadora, pero antes de nada tendrás que comprobar si el edredón cabe bien y si la máquina soportará el peso una vez la tela esté mojada y las plumas hayan absorbido el agua.

Si se dan todos estos requisitos, es momento de más comprobaciones. Esta vez habrá que informarse sobre las indicaciones del nórdico para lavar a máquina, que normalmente hacen referencia a la temperatura. Si no se indica lo contrario, lo normal suele ser elegir un programa de prendas delicadas, o de plumíferos, si tu lavadora lo tiene, y elegir una temperatura fría. Otra clave es elegir un detergente suave y no utilizar suavizante.

Como truco extra será bueno que metas dos o tres pelotas de tenis. ¿Para qué? Esto hará que las plumas del edredón no se apelmacen demasiado y se distribuyan bien durante el lavado, además de ayudar a un mejor lavado de todas las zonas.

Este método es menos cómodo y más laborioso, pero puede ser la única opción si queremos ahorrar y el nórdico no cumple los requisitos para meterlo en la lavadora. En este caso habría que hacer uso de la bañera, si la tenemos.

El proceso sería el siguiente: llena la bañera unos cuatro dedos y echa el detergente elegido. Mete el nórdico o edredón y muévelo para que se mezcle bien con el agua y el jabón, además de para que vaya soltando la suciedad. Si está muy sucio, puedes cambiar el agua hasta que sea necesario.

A la hora de aclarar, también deberás cambiar el agua, ya sin jabón, varias veces, y levantar el nórdico y volverlo a meter, al final puedes escurrirlo para que el secado cueste menos. En estos paso será mejor que pidas ayuda, pues el edredón puede llegar a pesar mucho.

Hayas elegido el método que hayas elegido, el secado también es un paso muy importante para que el edredón quede bien, de lo contrario las plumas pueden qeudar apelmazadas, o puede coger olor a humedad, algo que resulta desagradable.

Para secarlo, si tienes sitio puedes secarlo al sol y al aire, poniéndolo en el tendedero o cuerda en psoición horizontal, para que las plumas se queden en una buena disposición.

Por otro lado, algunos nórdicos admiten secado en secadora. Si es tu caso y tienes secadora, puedes meterlo y seleccionar una temperatura suave. Esta forma es más cómoda pero deberás tener más cuidado para que no se estropee, y al sacarlo extenderlo y sacudirlo bien para que las plumas no se aplasten.