Un jubilado va a comprar a un Mercadona, se encuentra una bolsa con 20.000 euros y esta es su reacción: «Me asusté»
Lo que ocurrió a continuación fue un ejemplo de integridad que ha conmovido a muchos
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Madrid
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Iniciar sesiónEn ocasiones, la diosa fortuna nos coloca frente a situaciones que ni en nuestros sueños más descabellados podríamos haber imaginado. Un billete en la acera, una joya olvidada en un banco del parque o, como en este caso, una bolsa cargada de ... dinero abandonada en el parking de un supermercado. Son momentos que pueden poner a prueba los valores de cualquiera. No todos actúan como deberían, pero lo que ocurrió en un Mercadona de Zaragoza ha sido un ejemplo de integridad que ha conmovido a muchos. El protagonista de esta historia es un jubilado que, mientras hacía la compra, se topó con una bolsa que contenía nada menos que 20.000 euros en efectivo. Y, lejos de quedarse con el hallazgo, decidió actuar con responsabilidad. Su relato, ofrecido en una entrevista al Heraldo de Aragón, no ha dejado a nadie indiferente.
«Vine a hacer una compra para casa, al aparcar vi que a una persona se le caía una bolsa», comenzó explicando el protagonista, recordando con claridad el instante en el que la suerte y la ética llamaron a su puerta. En ese momento, pensó que era un simple descuido, algo habitual en los ajetreados estacionamientos de cualquier supermercado. Lo que no esperaba era que, al ir a ayudar, la persona ya no estuviera. «Fui a recoger la bolsa y cuando me levanté ya no estaba», señaló.
@heraldodearagon 💰👀 Un jubilado se llevó este lunes un “tremendo susto” al abrir un paquete que se había encontrado en el aparcamiento de un supermercado de Mercadona en #Zaragoza ♬ sonido original - Heraldo de Aragón - Noticias
Sin saber muy bien qué contenía aquella bolsa olvidada, el jubilado actuó con total naturalidad y trató de buscar al misterioso hombre dentro del local. «Cogí un carro, entré y vi que no estaba ahí, y cuando llegué a la línea de caja se me ocurrió mirar y vi que era una bolsa con dinero, porque había más de un palmo de altura de fajos de billetes», declaró.
La primera reacción fue de nerviosismo. El contenido era tan insólito como abrumador. «Me asusté y cerré enseguida la bolsa, la tapé con la comida de la gata», explicó entre risas, demostrando una humildad y templanza poco comunes. Su siguiente paso fue avisar a la Policía Nacional para informar del hallazgo y esperar indicaciones.
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Mientras tanto, el dueño del dinero, seguramente presa del pánico al notar la pérdida, regresó al lugar. «El señor que lo perdió, se debió de dar cuenta de que lo había perdido y debió de volver, pero claro, yo estaba buscándolo por dentro y él en el parking, con lo cual no coincidimos». Durante unos minutos, ambos estuvieron a escasos metros el uno del otro, sin llegar a encontrarse, como si estuvieran en una especie de laberinto.
Finalmente, el encuentro se produjo en el exterior del establecimiento. Allí, el desconocido que había extraviado una suma tan elevada se topó con el jubilado que había decidido devolverla. Las palabras se quedaron cortas. «Hasta yo me emociono, me dio un abrazo el hombre y me dio las gracias claro», recordó el jubilado, visiblemente emocionado.
Un héroe cotidiano
Este gesto, en un mundo donde las noticias negativas suelen ocupar los titulares, ha sido recibido con una mezcla de admiración y alivio por lo usuarios de las redes sociales. Admiración hacia quien sin dudarlo optó por hacer lo correcto; y alivio, porque la historia demuestra que todavía hay personas cuya honestidad es capaz de brillar en los momentos más inesperados. Más allá de los 20.000 euros y de lo que esa suma podría haber representado, lo que queda es el ejemplo. Un ejemplo de civismo, de empatía, de humanidad. Porque en una sociedad donde muchas veces prima el interés propio, hay gestos que devuelven la fe en los demás. Y ese jubilado, anónimo y entrañable, se ha convertido, sin proponérselo, en un héroe cotidiano.
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