Según los informes policiales, la enemistad de los dos vecinos comenzó en abril del año pasado cuando Gu se enfadó con su vecino, de apellido Zhong, por podar sus árboles sin haberle preguntado o informado.
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En este sentido, existe un antiguo provervio chino que dice: «Mata al pollo para asustar al mono», una frase que viene a significar que la mejor forma de intimidar a un gran rival es destruir a uno más pequeño, algo que Gu se tomó al pie de la letra.
Los dos incidentes
Según el periódico estatal China Daily, aunque el objetivo de Gu no estaba claro, una noche se coló en la propiedad de Zhong y alumbró con una linterna a las gallinas de la granja, lo que provocó que alrededor de 500 de ellas huyeran a un rincón y se aplastaran unas a otras hasta morir. Posteriormente, fue detenido por la policía local y obligado a pagar a Zhong una compensación de 3.000 yuanes (alrededor de 400 euros) al dueño de los animales.
Esto enojó aún más a Gu, quien regresó a la granja de Zhong y repitió la acción, solo que esta vez causó la muerte de 640 gallinas. Según las autoridades chinas, se estimó que las 1.100 gallinas muertas valían un total de 13.840 yuanes (1.850 euros).
Por último, el tribunal del condado de Hengyang, en la provincia de Hunan, emitió este fin de semana su veredicto sobre el caso de Gu, quien en ese momento se había colado dos veces en la propiedad de Zhong. Según el medio de comunicación de China, el tribunal lo declaró culpable de causar intencionalmente una «pérdida de propiedad» y lo sentenció a cumplir seis meses de prisión con un año de libertad condicional. Una sentencia más leve de la esperada ya que, según los informes, Gu se mostró arrepentido por las acciones cometidas.
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