¿Por qué en las farmacias siguen recortando el código de barras de los medicamentos? Un farmacéutico responde

La farmacia la visitan personas de casi todas las edades y condiciones y en ella, sus trabajadores están formados para conocer todo tipo de detalles acerca de los fármacos, su dispensación y otras cuestiones para las que se debe estar especializado y cualificado.

Aunque en cada comercio de este tipo podemos encontrar mayor o menor variedad de productos y servicios, hay algo que tienen en común todas ellas. Cada vez que compramos un medicamento con receta, el farmacéutico o farmacéutica realiza un gesto común: coger un cúter o cuchilla y recortar el código de barras de la caja, el cual posteriormente pegan en un folio.

Este gesto lleva consigo una razón para hacerlo que seguramente la mayoría de personas conozcan. Este consiste en tener un documento que debe remitir a los colegios profesionales para que después lo facturen a Sanidad, de forma que el organismo pueda tener constancia de qué medicamento se ha dispensado con receta y puedan pagar la parte que asume la Seguridad Social, ya que, como es sabido, los fármacos con receta cuestan menos a los consumidores, incluso algunos resultan gratis según diferentes condiciones.

Tras tantos años usando el mismo método para llevar a cabo esta identificación de los medicamentos mediante el recorte de estos cupones, puede que muchas personas se pregunten por qué no se ha sustituido por un método más moderno y actual. Así ha respondido el popular farmacéutico Fernández a esta pregunta a través de su cuenta de TikTok.

Dejando a un lado las bromas del profesional, lo cierto es que hace unos años sí que se ideó una manera digital por la que hacer llegar la información de los medicamentos que se venden por receta a Sanidad. Este es el código 'datamatrix', similar a los códigos QR y, si se tiene el programa y los medios adecuados en la farmacia, el farmacéutico puede escanear dicho código, sustituyéndo la tediosa tarea de tener que recortar el cupón físico y pegarlo con celo en el documento indicado.

Tal como infomó 'Las Provincias': «La captura del código 'datamatrix' en la oficina de farmacia permite conocer el envase del medicamento concreto dispensado al paciente (incluido el lote de fabricación) y, por tanto, localizar fácilmente a un paciente cuando la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ordena retirar lotes concretos de un determinado producto. El objetivo, como ha apuntado Marciano Gómez, es que este nuevo sistema de gestión de los fármacos prescritos por los facultativos esté implantado a lo largo del año», datos respectivos a la Comunidad Valenciana pero que ya afectarían a todo el país.

Por tanto, parece que, hasta que todas las farmacias del país y todos los envases de los fármacos no cuenten con lo necesario para poder utilizar el código 'datamatrix', aún seguiremos viendo el típico gesto del farmacéutico cortando el código de barras de la caja y pegándolo en el lugar adecuado.