Un experto en nutrición juzga la calidad de las albóndigas del Mercadona: «Espero que os sirva»

Así, sus vídeos sobre el hummus o las cremas del Mercadona, sobre la realidad de los vasitos de arroz o sobre la calidad de los cereales, por poner solo algunos ejemplos, han sido un éxito. La cadena de distribución alimentaria valenciana, la mejor valorada en España por los consumidores y aclamada entre otros por su constante entrada de novedades, suele protagonizar muchos de sus contenidos.

Ahora precisamente Susin ha querido hacer una valoración de dos productos con albóndigas que la cadena vende y, una vez más, ha arrasado en redes. En concreto ha opinado sobre el envase con albóndigas guisadas que se encuentra en la sección de refrigerados y, por otro lado, quiso analizar las albóndigas de pollo que se venden en la sección de preparados de carne. Esto es lo que opina.

«Venga, me voy a mojar. Os voy a decir que opino de las albóndigas de pollo, que tanta gente dice que son buenísimas», empieza él en el primer vídeo, de finales de enero y en el que mostraba el producto en cuestión, que se presenta en un envase con 24 unidades. «Pues chicos, perdonadme pero no lo son», avanza él antes de desganar sus motivos para tal opinión.

Así, el nutricionista muestra la información nutricional y pone énfasis en que «tan solo» un 85% del producto es carne de pollo. «El resto, vamos a decirlo claro: porquería», dice tajantemente Fran, que enumera ingredientes que incluye este producto como la harina de arroz, fibras o los aditivos. «Tenemos sulfitos, tenemos aromas: aquí es donde meten todo lo que quieren y más», lamenta él, antes de añadir que también se ponen hidratos de carbono o colorantes. «El otro 15% es porquería. Venga, espero que os sirva», acaba él el vídeo.

En un segundo vídeo, Susín abordó las albóndigas guisadas, que se venden en raciones individuales de 275 gramos y que él destaca, antes que nada, «que tienen una pinta regulera». Como siempre, el dietista se fija en la información nutricional: «tenemos albóndigas fritas, vemos diferentes tipos de azúcares, almidones, conservantes, colorantes como el color caramelo amónico, lactatos, espesantes...».

Fran continúa su enumeración con el fosfato de almidón y avisa de que el producto «tiene bastante sal». «Chicos, esto mejor que no», acaba él el breve vídeo como recomendación. Algunos usuarios le han respondido y mientras que unos han apuntado que «si os sirve de algo están muy buenas», otros han destacado que en los ingredientes no se detalla «el tipo de carne que habrán echado allí dentro...».

«¡Nada como comprar directo en carnicería de barrio y no eso en bandeja!», ha espetado un usuario sobre el producto guisado, mientras que otro, en una línea similar y reaccionando a la valoración de las albóndigas de pollo, comentaba que «con lo fácil que es poner una pechuga, ajito y perejil. Todo triturado y albóndigas o hamburguesas deliciosas y sanas, sin más historias».