Un experto en energías renovables, tajante sobre el horario que España debe mantener si se pone fin al cambio de hora: «Es un sobrecoste importante»
El especialista argumentó que el problema radica en las consecuencias que tiene la falta de luz natural
Los españoles apuestan por el horario de verano pero los expertos en salud prefieren el de invierno: ¿cuál es mejor si acabamos con el cambio de hora?
Un experto en energías renovables, tajante sobre el horario que España debe mantener si se pone fin al cambio de hora: «Es un sobrecoste importante»
Cada año, cuando el calendario tacha los últimos días de octubre, los relojes se preparan para ajustar sus manecillas. En la madrugada del próximo sábado al domingo, cuando a las tres sean nuevamente las dos, los españoles volveremos al horario de invierno. Sin embargo, ... este ajuste, instaurado hace décadas con el objetivo de aprovechar mejor la luz solar y ahorrar energía, vuelve a estar en el centro del debate. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sorprendió a todos los españoles el pasado lunes al anunciar, en la red social X, que España ha propuesto a la Unión Europea eliminar el cambio de hora en 2026, ya que este mecanismo «ya no tiene sentido» y «apenas ayuda a ahorrar energía y tiene un impacto negativo en la salud y en la vida de la gente». Sus palabras reavivaron una discusión que se repite cada año y que no solo afecta a los relojes, sino también a los hábitos, al descanso y a sectores clave de la economía. Entre las voces que se han sumado al debate destaca la de Carlos Cagigal, consultor y experto en energías renovables, quien compartió su análisis en el programa de La Sexta, Al Rojo Vivo.
En su intervención, el especialista argumentó que el problema no radica tanto en el momento del amanecer, sino en las consecuencias que tiene la falta de luz natural en las horas crepusculares, especialmente para la economía y el bienestar cotidiano de los españoles.
El consultor subrayó que «según la estructura social y económica de España, a nosotros nos da lo mismo que amanezca a las seis, a las siete que a las ocho de la mañana». En su opinión, los horarios laborales y los hábitos familiares del país están configurados de tal manera que la hora en que amanezca apenas tiene relevancia práctica. España, explicó, mantiene un ritmo de vida que comienza más tarde que en otros países europeos, con jornadas que se extienden hasta bien entrada la tarde y actividades sociales que se prolongan durante las horas nocturnas.
Un impacto en el comercio y en la vida cotidiana
En cambio, considera que los beneficios de un anochecer más tardío serían mucho más visibles, especialmente para el turismo, el comercio y la economía doméstica. «Es fundamental que en vez de a las siete de la tarde o las seis, como pasa en invierno, anochezca una hora más tarde para el turismo invernal», explicó. España, añadió, «ya tiene turismo todo el año», y el simple hecho de que la luz solar se prolongue una hora más «a nivel turístico presenta muchos beneficios».
El experto en energías renovables también destacó las implicaciones que tendría mantener un horario fijo más próximo al de verano para el sector del comercio. «En el sector comercio lo mismo, porque aprovechar toda la luz natural dentro de ahora todos los diseños con eficiencia energética son fundamentales», señaló. Por tanto, disponer de una hora adicional de luz en la franja vespertina no solo permitiría reducir el consumo eléctrico, sino también fomentar elmovimiento de clientes en las calles y en los establecimientos, lo que repercutiría positivamente en las ventas.
Sin embargo, la reflexión va más allá de la economía. Según el especialista, el cambio también afectaría a los hogares españoles, donde las tardes oscuras del invierno suelen traducirse en un aumento del consumo energético: «En casa, a las seis o a las siete de la mañana no tienes ni la electricidad ni el gas conectados, pero la hora esa que puedes aprovechar de luz por la tarde, cuando por la tarde en España, a nivel cultural e histórico, nosotros hacemos plena vida a nivel laboral y personal, tener a tus hijos en casa y tener que encender todas las luces y la calefacción porque a las seis de la tarde es de noche cerrada…».
El especialista argumentó que este cambio de hábitos, aparentemente pequeño, se traduce en un «sobrecoste muy importante» al final del año, tanto en el entorno económico como en el industrial y el personal. «La temperatura baja de forma drástica», explicó, «pero ahorrándonos este cambio horario, anochece una hora más tarde, parece que no, pero en la vida familiar y social tiene un impacto relevante».
El anuncio del Gobierno ha reabierto una cuestión que lleva años sobre la mesa. Y aunque la medida aún deberá debatirse en el ámbito comunitario, los expertos coinciden en que el debate no gira solo en torno al ahorro energético, ya que, como apuntó el consultor, el cambio de hora afecta a la vida diaria, al comercio, al turismo y a la economía doméstica. Especialmente en un país donde el sol, más que marcar la hora, marca el modo de vida.
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