«Lo que no te cuentan de vivir en Corea del Sur», comienza diciendo Celia, una creadora de contenido española que vivió durante un año en el país asiático, y que en una de sus últimas publicaciones ha decidido compartir su experencia. Y es que las redes sociales nos están permitiendo descubrir realidades sin tener que movernos a ellas. Es el caso de las personas que se van a vivir a otros países y que utilizan las plataformas digitales para compartir sus descubrimientos u ofrecer consejos a quienes deciden irse de viaje a donde residen.
«Os voy a contar cuáles fueron los cultural shocks que yo vi cuando estuve allí, el racismo sí que existe», indica en su testimonio la chica, que aclara, no obstante, que no se trata de un racismo al que estamos acostumbrados a ver en Europa o en Estados Unidos, sino una idea de racimos distinta. «Es un racismo en el que no te agreden, son personas educadas, pero te hacen sentir que no perteneces», sostiene Celia, que insiste en que los surcoreanos son gente amable pero que juzga.
Endogamia y prohibiciones en Corea del Sur
Un claro ejemplo de esto es la existencia de locales que prohíben la entrada a extranjeros. «Hay discotecas en las que directamente no puedes entrar si no eres coreano», afirma la joven, que también señala las dificultades laborales para las personas no blancas: «Si buscas trabajo, mucha suerte, porque si no eres blanco, es difícil que te contraten».
Según cuenta, incluso en su entorno profesional escuchó comentarios sobre la pureza racial. «Un compañero me dijo que los coreanos no se casan con occidentales porque quieren que su raza continúe. Me quedé en shock. Pensé: ¿Estamos en 1939?».
Celia también critica el contraste entre la modernidad tecnológica del país y lo que describe como una mentalidad todavía «muy muy conservadora». «Ese coreano amable y romántico que se ve en las series no existe. El machismo es brutal. Yo desde mi casa escuchaba discusiones de parejas casi todos los días».
Movimiento 4B: sin pareja, sin cita, sin sexo y sin hijos
En este contexto, menciona el movimiento 4B, una corriente feminista que promueve vivir sin pareja, sin citas, sin sexo y sin hijos. «Las mujeres salen a la calle para reclamar igualdad salarial y respeto, algo que todavía falta mucho en esa sociedad», dice la joven, que apunta a que, según su opinión, «Corea del Sur estaría entre los países más infieles del mundo».
«O sea, la cantidad de esposos que han tenido deslices, por así decirlo, con una cantidad de mujeres impresionante, o sea, allí las enfermedades víricas, sexuales, puf, allí fluyen como como cualquier cosa, o sea, si vais allí, tened muchísimo cuidado porque os podéis contagiar de absolutamente cualquier cosa y es supernormal», cuenta Celia, que dice que lo peor de todo, es que los deslices sentimentales prefieren cometerlos con chicas extranjeras por dos principales motivos. Por un lado, porque nadie va a enterarse y por otro lado, porque no vuelven a verlas jamás.
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