Contrastes entre países
Socorro incide en que cada vez que vuelve a España desde Australia le chocan, por contraste, la cantidad de pan que se come. «No es normal que en cada restaurante que vayas, incluso de gratis te ponen pan, a veces te lo cobran, pero nadie te pregunta si quieres pan. No sé si esto en verdad pasa mucho en el resto de España, pero en Canarias el pan es sagrado», señala.
Otro aspecto que le llama la atención es el precio del alcohol y del tabaco. Socorro cuenta que muchas veces le toca trabajar en el bar. «Vendo, sobre todo, tabaco, el más barato de 20 cigarrillos te cuestan 46 dólares. Y una botella de alcohol te puede costar 56 dólares mínimo. Y en España, tranquilamente, 10 euros».
También le atrae la atención lo cariñosa que es la gente en España. «En Australia te dan la mano y un solo beso o ni siquiera te dan un beso, te hacen un gesto con la cabeza. Aquí la gente, incluso si hay 20 personas en una mesa, tú vas y saludas uno a uno con dos besos«, apunta.
Y otra cosa que le impresiona es lo mucho que se queja la gente, mientras que en Australia todo es más lacónico y dicen estar bien. En España quejarse y criticar es deporte nacional, no es el caso de Australia. En España te dicen «tirando. Como si vivir fuese un problema. Es verdad que al final el dinero hace mucho. En un país donde la gente está todo el rato corriendo por un duro, pues es verdad que la gente se queja más porque está sobreviviendo, no viviendo. En Australia la gente vive. Sí, trabajan mucho también, pero tienen más dinero. Entonces, pues yo creo que eso ayuda», señala.
Visto todo esto: «¿Y tú? ¿Te irías a vivir a un país como Australia ¿querrías vivir en un país como Australia?».
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