Un español viaja a Corea del Sur y no puede creer lo que ve al entrar en una heladería de este país: «Estoy flipando»

Cada rincón del planeta guarda sorpresas que, por pequeñas que parezcan, revelan mucho sobre las costumbres o la forma de vida de una sociedad

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Un español viaja a Corea del Sur y no puede creer lo que ve al entrar en una heladería de este país: «Estoy flipando» TikTok

Viajar es, sin duda, una de las experiencias más enriquecedoras que se pueden vivir. Cada rincón del planeta guarda sorpresas que, por pequeñas que parezcan, revelan mucho sobre las costumbres o la forma de vida de una sociedad. Desde un cruce de peatones hasta una cafetería, todo puede convertirse en un choque cultural que nos obliga a mirar el mundo desde otra perspectiva. Incluso una simple visita a una heladería puede ser toda una revelación. Esto es precisamente lo que le ocurrió al creador de contenido español conocido como 'Aruncinante', que durante sus vacaciones en Corea del Sur ha dejado a sus seguidores en TikTok boquiabiertos con una experiencia que jamás imaginó tener al buscar algo tan cotidiano como un helado. Especializado en probar raciones de los diferentes ejércitos del mundo, el creador de contenido se topó con una heladería muy diferente a las que estamos acostumbrados en España… porque simplemente no tenía empleados.

«Último día en Seúl y vamos a una tienda. Precisamente a una heladería que no tiene dependiente. O sea, yo estoy flipando», comienza relatando en el vídeo. «Tienen un montón de helados, un montón de cosas para picar, como estáis viendo, pero nadie que te atienda», señala mientras graba el interior del local, en el que reinan el silencio, las luces suaves y una infinidad de opciones para los amantes del dulce.

Una heladería sin dependientes

En un país donde la automatización y la confianza en el consumidor son cada vez más habituales, no es extraño encontrar tiendas completamente desatendidas, en las que el cliente entra, escoge lo que quiere, lo paga y se marcha sin cruzar una sola palabra. Para un visitante extranjero, sin embargo, esta modalidad puede parecer sacada de una película de ciencia ficción.

Como buen aficionado a los sabores nuevos, el español no se conformó con un solo helado. «Con este montón de helados a ver cuál elijo… yo creo que voy a coger este de chocolate y tofe», comenta mientras muestra varias neveras repletas de variedades que, según explica, no había visto nunca. «Este por un lado, pero es que voy a coger más. Porque hay un montón y no me quiero quedar con las ganas de comerme alguno más», añade entre risas.

Y no solo se quedó con los típicos helados, ya que también quiso probar los famosos postres con forma de pez: «Vale, hay aquí uno de los peces, de estos peces que me llaman mucho la atención, y me voy a llevar uno con unas bolitas de chocolate y otro con caramelo». Estos helados en forma de pez son una variación del tradicional bungeoppang, una masa en forma de pez rellena normalmente de pasta de judía roja, pero que en versión helado suele estar rellena de vainilla, chocolate o caramelo, todo un icono del 'street food' coreano.

«Solo me queda pagar», dice mientras se acerca a una máquina de autoservicio. El total de su compra no supera los tres euros: «Me sale 4.400, que eso equivale como a unos dos euros y medio. Y vamos a pagar en efectivo y a disfrutarlo», concluye.

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