Una enfermera de paliativos recopila las siete cosas que importan realmente en la vida: está basado en 300 testimonios de personas a punto de morir
Tras más de 15 años atendiendo a pacientes al borde de la muerte, la enfermera saca varias conclusiones y lecciones
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Una enfermera de paliativos recopila las siete cosas que importan realmente en la vida: está basado en 300 testimonios de personas a punto de morir
La muerte es un concepto que forma parte de la realidad de las personas y de cualquier ser vivo. Este final de la vida supone un misterio para muchos y, dependiendo de las diferencias creencias, religiones, culturas, etcétera, se tiene una concepción u otra ... de la muerte.
En ocasiones llega de manera repentina y otra, de forma progresiva, normalmente por enfermedades o causas similares. Sumado a ello, por naturaleza, cuanto más mayor es una persona más cerca esta de que su vida llegue a su fin.
Una de las caras más amargas de la muerte, como adelantábamos, es el proceso en el que una persona está enferma y no se encuentra en plena facultades para seguir viviendo un día a día por sus propios medios, sabiendo que le queda poco tiempo.
Esto se hace palpable en cientos miles de camas de hospital en las que yacen personas que saben que les queda poco tiempo de vida. En este proceso, además de familiares y seres queridos, los médicos y personal de enfermería son quienes, más allá de atender, les acompañan en esos duros momentos.
Una enfermera recopila lo que más importa en la vida según sus pacientes antes de morir
Tal es el desempeño de, por ejemplo, una enfermera de paliativos, que puede relatar las palabras que muchas personas comparten en sus últimos días. Esto es lo que ha contado el escritor Thomas Blake, divulgador sobre salud, quien ha recogido lo que vivió la enfermera Laura M. estando a cargo de pacientes a los que les quedaba poco tiempo de vida.
Durante 15 años, Laura presenció más de 300 muertes y tuvo la oportunidad de recopilar y anotar los últimos testimonios de estos pacientes. Sobre ellos, la enfermera saca siete lecciones de vida que dejan claro qué cosas son más importantes, basándose en arrepentimientos, confesiones y otras palabras de sus pacientes que sabían que su vida estaba próxima a llegar a su fin.
Siete lecciones sobre lo que importa en la vida de personas a punto de morir
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1
«Debería haber amado más... y de forma diferente»
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2
«Guardé mi alegría para más tarde... y más tarde nunca llegó»
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3
«El perdón me liberó más que el oxígeno»
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4
«Las mejores cosas de la vida eran gratis, y yo estaba demasiado ocupado para darme cuenta»
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5
«El remordimiento es la cosa más pesada de llevar»
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6
«La presencia es el mayor regalo que puedes hacer»
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7
«La paz llega cuando dejas de fingir».
1. «Debería haber amado más... y de forma diferente»
Esta es la frase que Laura recopiló de George, de 92 años, quien llevaba cuarenta años sin hablar con su hermano y se arrepentía de ello. Así, la enfermera saca las siguientes conclusiones: «Tratamos el amor como un proyecto secundario. Pero al final, es el único proyecto que importa. Envía el mensaje. Haz la llamada. No esperes al funeral para decir lo que el amor exige ahora».
2. «Guardé mi alegría para más tarde... y más tarde nunca llegó»
Laura cuenta que un ingeniero jubilado confesó que, por miedo a la pobreza, vivió toda su vida acumulando ahorros sin disfrutar de ellos y falleció poco después de jubilarse, sin haberlos gastado. La conclusión de la enfermera es: «La alegría retrasada es la alegría negada. 'Algún día' es un espejismo. Usa los platos bonitos esta noche. Reserva ese pequeño viaje. Deja que la alegría se convierta en tu defecto, no en tu recompensa»
3. «El perdón me liberó más que el oxígeno»
En el caso de otra mujer, Laura indica que parecía aferrarse a la vida por un dolor que tenía que terminar de sanar, algo que consiguió al perdonarse con su hijo, los cuales llevaban tiempo separados. Según recoge la enfermera, esta mujer murió media hora después de hablar con su hijo cuando fue a visitarla. Su reflexión: «La falta de perdón no castiga a los demás: te envenena a ti. Escribe la carta que nunca enviarás. Perdona en papel si no puedes hacerlo en persona. La paz no es un premio. Es una liberación».
4. «Las mejores cosas de la vida eran gratis, y yo estaba demasiado ocupado para darme cuenta»
Según la enfermera, muchos reconocieron que no iban a echar de menos el éxito ni las cosas materiales, sino cosas cotidianas como el olor de la lluvia, el canto de los pájaros o la compañía de su perro. De esto, Laura se quedaba con esto: «La sencillez no es una carencia, es un lujo. Cuanto más pequeño sea tu mundo, más agudo será tu sentido de la maravilla. Desconecta durante un día. Cuenta cuántos momentos te hacen sonreír sin pantallas ni dinero».
5. «El remordimiento es la cosa más pesada de llevar»
Otro de los testimonios más comunes de las personas al borde de la muerte es el dolor del arrepentimiento, algo de lo que la enfermera ha aprendido lo siguiente: «Perdemos décadas intentando parecer competentes, no valientes. Pero el fracaso se desvanece. El arrepentimiento endurece. Haz una lista de las tres cosas que más lamentarías no haber hecho. Empieza la primera antes de que acabe la semana».
6. «La presencia es el mayor regalo que puedes hacer»
Lo más triste para Laura no era escuchar un monitor cardíaco: era ver un teléfono sonar junto a una silla vacía y sentir la ausencia de quienes no estaban realmente presentes. Su recomendación: «La distracción es la enfermedad moderna de los vivos. Pasamos por la vida como si fuera un ensayo. Cuando comas, sólo come. Cuando hables, escucha de verdad. Un día, alguien dará lo que sea por recordar ese momento en el que estuviste medio ausente».
7. «La paz llega cuando dejas de fingir»
La enfermera captó cómo una paciente se quedó tranquila tras dejar de aparentar y mostrarse tal como era al quitarse la peluca, diciendo: «Por fin he dejado de fingir». Laura concluye: «La autenticidad parece aterradora, hasta que te das cuenta de que es oxígeno. Di lo que quieres decir. Deja que alguien vea la versión de ti que no está editada para su aprobación. La paz que buscas se esconde tras tu honestidad».
Como última reflexión, la enfermera comparte lo siguiente: «Todos perseguimos algo, el éxito, el control, la atención; pero toda persecución acaba en quietud. Lo que importa es a quién amamos y cómo nos comportamos mientras seguíamos en marcha».
Además, añade cuál es ahora su ritual de vida: «La revisión matutina: pregúntate 'si hoy fuera mi último día, ¿de qué momento inacabado me arrepentiría más?'. Liberación vespertina: perdona a una persona, especialmente a ti misma. Alegría semanal: Haz una pequeña cosa sin propósito, simplemente porque te da vida».
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