El CICUS reúne en una exposición obras maestras del grabado de artistas como Van Dyck y Rembrandt

Esta muestra está comisariada por Francisco Fernández Pardo, Luis Méndez y Luis Martínez Montiel. Este último comenta a ABC que «hace un poco más de un año inauguramos la exposición 'Imago mundi'. Dicha exposición fue fruto de la colaboración de la Universidad con otras instituciones. A los pocos meses, Francisco Fernández Pardo, un coleccionista privado, nos comentó que tenía unos grabados desde Durero a Goya. De lo que nos enseñó para exponer, lo que más nos interesó fue el grabado barroco desde finales del XVI a principios del XVII».

A partir de ahí se decidió hacer una exposición en la que se mezclara el ofrecimiento de este coleccionista privado «con la visión de la puesta en valor el patrimonio de la Universidad. Queríamos hacer un diálogo entre esas dos formas de coleccionismo. La colección de Francisco Fernández Pardo se adecuaba muy bien con la de libros raros que posee la biblioteca de la Universidad de Sevilla. Desde entonces la exposición ha ido evolucionando y además al coleccionista le interesaba que se transmitiera el concepto del grabado pero didácticamente, es decir, que se explicara al público cómo se hace un grabado», añade Martínez Montiel.

Asegura también este comisario que «el tiempo lento es muy importante en esta exposición. No es una muestra que se vea de una sola mirada. Cada grabado tiene cientos de detalles y daría para una exposición por la técnica empleada, la temática, sus simbolismos, etc. Como estamos tan acostumbrados a la imagen hoy en día no valoramos esto, pero los grabados necesitan un silencio valorativo».

Tras recibir las obras del coleccionista, los comisarios vieron que hacía falta una introducción o primera parte «donde teníamos que hablar sobre los primeros grabados -la xilografía-, que estaban hechos sobre plancha de madera. Eso va a agilizar los libros. Las 'Crónicas de Nuremberg', de Hartmann Schedel, presenta xilografías», aclara Luis Martínez Montiel.

La exposición pasa al grabado calcográfico al buril. Sobre una plancha de bronce, el grabador va trabajando con un buril. En el grabado calcográfico se araña el dibujo, se entinta todo y se limpia para que la tinta sólo quede en los surcos que ha marcado el buril. En la xilografía la tinta se queda en lo que no se ha escarbado, esto es, en la parte superior.

La muestra recoge una tercera técnica, el aguafuerte. Sobre una placa se pone barniz. Luego se hace un dibujo con una punta seca. Posteriormente se mete en ácido. «Lo que el artista ha arañado se queda con un resultado como más pictórico. Es la técnica que usan grandes maestros como Rembrandt, Rubens y Van Dyck. Las aguafuertes y puntas secas tienen tanta calidad que se pueden comparar con los cuadros. Es como la democratización del arte», dice este experto. A partir de aquí se ve la gran aportación que el grabado hace a los libros y a distintas disciplinas como las matemáticas, la geografía, etc. En la tercera sección de la muestra se trabaja con las ciudades de brillaron especialmente dentro del grabado: por un lado está Amsterdam y luego Bruselas y Amberes. Se plasman dos líneas: las obras que los mismos artistas graban y las reproducciones de sus propias obras.

«Rembrandt se da cuenta de la importancia del grabado y trabaja como una obra cerrada. Rubens hace los dibujos y contrata a los mejores grabadores. Incluso Van Dyck comienza trabajando para Rubens para independizarse posteriormente y crear un gran taller de grabado. Es la gran revolución de la imagen y el inicio de la imagen actual. El grabado plasma la multiplicidad de piezas», señala este comisario.

La muestra se cierra con un gabinete del coleccionista, es decir, estampas hechas en el siglo XVIII y XIX. Además, se creará un pequeño taller de estampación para que estudiantes de colegios e institutos puedan hacer sus grabados. Una persona se está preparando en la Facultad de Bellas Artes para acoger a los alumnos en estas visitas concertadas que se van a organizar con los centros escolares. Asimismo, se han añadido una serie de videos que subrayan las distintas series. En ese sentido se explica cómo se hacen estas grabaciones, cómo se restauran los libros o cómo es el libro de 'Crónicas de Núremberg'.

«Es una exposición muy poco vista porque el mundo del grabado es casi de eruditos y es muy poco visto. Queríamos poner en contacto los grabados de este coleccionista con los libros de la Universidad de Sevilla. Muchas de estas estampas son frutos del vandalismo, ya que hay personas que han desmembrado un libro y han vendido los grabados sueltos. Si el libro original puede valer por ejemplo unos 60.000 euros, los beneficios que genera vender los grabados por separado pueden triplicarse.