Rolf Schrader, la supermodelo favorita de Prada, cuenta los entresijos de su profesión: «Los hombres son más flipados»

Rolf Schrader ha conquistado las pasarelas internacionales y ha alcanzado un hito entre las modelos españolas, ser la primera en desfilar tres temporadas seguidas para Prada. También ha lucido los diseños de firmas como Valentino, Dior, Chanel, Hermès o Loewe, entre muchas otras.

La top model catalana, cuyo auténtico nombre es Marina Flor y adoptó el nombre de su abuelo, compartió en el 'show' de Broncano los inicios en su profesión como una «modelo de la calle», al estilo años 80. Estando tranquilamente en Plaza Cataluña una persona de una agencia se le acercó para preguntarle si quería ser modelo. Tenía 15 o 16 años. «Todavía hay ojeadores. Van mucho festivales, a todas partes. Y me dijeron que también se fijan mucho en la gente que está en la barra». En ese momento lo rechazó. Después, al cabo de un año decidió probar «porque estaba bien pagado».

A sus 24 años se ha convertido en el ojito derecho de Miuccia Prada y ha desfilado para la 'crème de la crème' de la alta costura. Y sin embargo, viste casi en exclusiva de segunda mano y su calzado preferido son unas zapatillas de montaña. De hecho, obsequió a Broncano con «unas sandalias de yayo» que no llegaban a 17 euros. «Esperaba algo de Louis Vuitton», bromeó el presentador.

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La invitada también descubrió el lado menos glamouroso de su profesión. Rolf reveló que durante las semanas de la moda, cuando se apagan los flashes de la pasarela, comparte piso con sus compañeras, «lo más baratos posibles». Nada que ver con lo que la gente podría pensarse.

Tampoco es fácil adaptarse a otros aspectos más precarios, ya que incluso «te pueden avisar una semana, incluso un día antes», para trabajar.

Y si bien según ella la mayoría de la gente es muy maja, en todos los sitios cuecen habas y la moda no es la excepción, «hay gilipollas, como en todas partes», aseguró. En concreto, bajo su experiencia, «los hombres son más flipados que las mujeres». Puso el ejemplo de un modelo de primer nivel, «que se intenta ligar a todas», aunque sin revelar su identidad. Es más, el sujeto en cuestión ha llegado a pedir matrimonio a alguna de sus compañeras.

Al término de la entrevista, la modelo se cruzaba en el escenario con Carolina Iglesias, la otra invitada, de quien afirmó ser muy fan.