Lo que no se ve de «Fama, a bailar»: estiramientos y limpiadores exprés

Si durante un programa normal los concursantes aprovechan las pausas para charlar, retocar sus maquillajes o ir al baño, en «Fama, a bailar» se dedican a estirar. También los profesores, que ayer realizaron varios números espectaculares, aprovecharon las prácticas para ponerse a tono.

Los bailarines actúan descalzos y en un suelo especial que debe estar en unas condiciones óptimas. Por eso, como en el baloncesto, un equipo de limpiadores coordinados pasa la mopa para eliminar el sudor tras cada actuación.

Para apoyar a Ana Guerra en su presentación de «El remedio», estuvieron sus compañeros de OT Mimi y Agoney. Pero no fueron las únicas caras conocidas entre el público: también estaba Sergio Oslé, director de Movistar+.

Aunque Paula Vázquez es una veterana del medio, tiene un guión que lee en el teleprompter. Su maestría está en hacer invisible esa ayuda , guía que a veces se salta para dar rienda suelta a sus preguntas y emociones.

La producción del programa es compleja pero el equipo la hace parecer fácil. Como casi todos los rincones son susceptibles de acabar en pantalla, el equipo, casi veinte personas en plató, se concentra detrás de la cámara de Paula Vázquez para dar las indicaciones necesarias de última hora. Las varycam, ideales para lograr un acabado cinematográfico, están llevadas por operadores. Incluso hay una cámara con rieles para hacer travelling .

Tras el programa, exconcursantes, profesores y finalistas bailaron juntos en una fiesta organizada por el programa en la que Raymond se subió a una tarima y empezó a bailar.