«Me metieron en prisión»: Adrián se abre en canal al narrar la etapa más dura de su vida

Antes de viajar a las fiestas valencianas, sin embargo, el jurado de ‘MasterChef’ ha puesto a prueba la afinidad entre los aspirantes con el objetivo de enseñarles la importancia de la complicad en una cocina profesional en una primera prueba muy retorcida. Partían con 90 minutos de cocinado, pero en sus manos estaba que fuesen más o menos ¿Qué alimento odia el compañero?¿Qué es lo primero que hace tu compañero al despertarse por las mañanas? Cada vez que una de las parejas ha acertado una pregunta sobre su pareja, ha ganado 5 minutos más. Por el contrario, al fallar, se le han restado 5 minutos del total.

Uniéndoles con su “media naranja”, los jueces los han desafiado a elaborar la misma receta y emplatar igual, aunque trabajando de manera individual y sin ver a su compañero. Una enorme tabla de madera ha rizado el rizo y dificultado la comunicación.

Julia y Eva, y Claudia y Yannick han sido las dos primeras parejas en comenzar a elaborar su plato, con 95 y 75 minutos, respectivamente. Al belga y la catalana se les ha dado mal lo de escucharse y no se enteran de nada.

Cuando faltan 65 minutos para el final de la prueba, se les han unido en la faena el resto de aspirantes. Por si no fuese poco caos. Patricia ha acabado formando pareja con Luismi , pero, entre las órdenes de ella y el despiste de él no se han compenetrado. Todo lo contrario que Adrián y Verónica, que han cocinado con armonía y positividad.

Precisamente los cuatro aspirantes que disponían de más tiempo para el cocinado han resultado ser también los peores de la prueba. El de Julia y Eva a los jueces les ha parecido pretencioso; los de Claudia y Yannick tampoco han estado a la altura.

En cambio, ha habido dos parejas que han brillado. Es el caso de María Lo y Teresa , en el que la alumna ha superado a la maestra. También han triunfado Verónica y Adrián , cuya buena sintonía les ha hecho merecedores no solo de ganar la prueba, sino sobre todo de recibir el doble premio que el Restaurante MasterChef de Madrid les tenía preparado: el mejor plato estará disponible en la carta durante toda la temporada y sus cocineros tendrán un contrato en prácticas durante 3 meses.

Una recompensa con especial significado para el bilbaíno. Al presentar su plato, Adrián se ha sincerado sobre su infancia en un barrio conflictivo. «A mi me encanta mi barrio, pero al final si no te pegas, te pegan... El barrio, la calle. Tienes que andar un poco avispado. Y ahora estoy aquí, es un sueño para mí, una segunda oportunidad», ha expresado.

Satisfaciendo la curiosidad de los jueces, ha seguido abriendo su corazón. «Mi infancia es bonita hasta un cierto punto. Mi padre era mi padre, y le quiero con toda mi alma, se mató en un accidente de moto.. Tomó malas decisiones. Le gustaba beber y cuando venía a buenas, yo le esperaba y bien. Pero cuando venía a malas, me tocaba. Yo las peleas que tenía era porque necesitaba desahogarme. Al final una pelea se descontroló, me defendí y le hice una serie de lesiones que no tenía dinero para pagar. Y cuando eso pasa pues me metieron tres meses en prisión. Lo pasé fatal, porque me vi ahí solo. Es una etapa que no se la deseo ni a mi peor enemigo».

Después, ya sí, han viajado a Valencia para disfrutar de las Fallas, una de las fiestas más emblemáticas de la Comunidad Valenciana y que se ha convertido en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Las recetas de esta tierra han traspasado todas las fronteras y sus exquisitos arroces son mundialmente conocidos.

El chef Vicente Patiño (dos soles Repsol) ha diseñado el menú que cocinarán los equipos y 80 falleros han saboreado. Para esta celebración tan especial, el ‘talent’ también ha contado con su ninot del jurado.

Sin embargo, Jordi Cruz ha cortado de raíz el buen rollo para pedir explicaciones de un descubrimiento desagradable. El chef ha denominado la prueba como «el tren de la justicia», puesto que dos concursantes no fueron muy legales en la prueba anterior. «Hemos descubierto que existieron trampas y que hubo parejas que apalabraron qué plato cocinar a pesar de estar prohibido», ha explicado Jordi.

Según Pepe Rodriguez , apalabraron hacer arroz. Los culpables se han hecho los locos hasta que no les ha quedado más remedio que confesar la fechoría. «Hemos pecado de espabilados», ha admitido David . El otro tramposo, Jokin , ha pedido perdón. El jurado ha valorado el gesto, pero del castigo del delantal negro ya no los libraba ni un milagro.

Acabada la bronca, ha comenzado el exterior. El equipo azul, capitaneado por Adrián y compuesto Claudia , Patricia , Julia , Teresa, María , se han puesto manos a la obra con el entrante y el segundo plato: escabeche de pipas de calabaza, alcachofas, berberecho y mandarina confitada y arroz cremoso de pimiento a la brasa, corvina y emulsión de piparras dulces.

El primer plato, caldereta de gamba roja, panes suflados y yema cítrica; y el postre, cremoso de calabaza asada, nueces garrapiñadas, requesón y crema helada de vinagre, les ha tocado al rojo, formado por Verónica Jokin, David, Yannick, Eva y Luismi .

Entre los delantales rojos hay dos aspirantes especialmente compenetrados y Samantha , haciendo gala del refrán de que “el que la sigue la consigue”, ha logrado al fin que Jokin y Eva confirmen su relación. Y no de cualquier manera, sino sellándola con un besazo.«¡Cuánta alegría, cuánto beso, veo unas caras esplendorosas!» se jacta Jordi . Según sus compañeros, también ha habido «traca».

Amoríos aparte, los rojos han ido encadenado problemas en sus platos, hasta el punto de que se han visto obligados a cambiar la caldereta por una ‘sopita’ y el juez ha ordenado no servir la yema en el plato por seguridad alimentaria.

«La alineación del equipo rojo me ha gustado, pero ¿qué ha fallado? La capitana. El planteamiento era bueno, pero has cobrado con un exceso de confianza. Creo que utilizas una falsa soberbia como escudo. Tienes un exceso de confianza, que esconde una total falta de seguridad», ha valorado.

En el equipo azul, Adrián ha logrado mantenerlo todo bajo control y sacar un trabajo casi impecable, como ha destacado Pepe Rodríguez. «Habéis trabajado concentrados, respetando la figura del capitán. Estoy contento con el equipo. Ha sido un cocinado potente y fuerte. Para ser la primera capitanía de tu vida, ¡chapó!». Por lo tanto, han ganado por goleada, con el capitán proclamándose el mejor del reto.

No obstante, todavía quedaba el indulto. Como en las Fallas, los azules han podido salvar a un delantal negro de la ‘cremá’, Por unanimidad el elegido ha sido Yannick.

Según un estudio reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación, en los últimos años se ha perdido un 75% de las variedades agrícolas en todo el mundo y el 86% de las especies están en peligro de extinción. Si seguimos a este ritmo, algunos de los alimentos que forman parte de nuestra dieta podrían desaparecer en los próximos años, por eso el jurado les ha dedicado la prueba de eliminación.

Así, el reto ha consistido en cocinar un gran plato con dos ingredientes en riesgo, como el arroz senia, el café, el atún rojo, los mejillones o la miel. Además, los aspirantes han debido aplicar técnicas de alta cocina como esferificar, osmotizar, emulsionar o gelificar.

David y Verónica , a pesar de contar el pin de la inmunidad, se han arriesgado a cocinar. El madrileño ha justiciado su decisión citando al Ché. «Más vale morir de pie que morir arrodillado».

Luismi ha metido gallina del Penedés y carne de potro en un ramen, una idea que le ha valido el aprobado. «La idea es buena, tiene sentido, pero qué plato tan feo ¡Qué mal gusto!», han recalcado los jueces. Verónica , por su parte, ha mezclado exitosamente atún rojo con café. Pese a la combinación, el jurado casi no le ha encontrado defectos.

El siguiente en pasar por la cata es Jokin, quien ha presentado un «correcto arroz» senia con tomate roteño. En cuanto a David , se ha venido abajo al recibir un buen veredicto de sus mejillones con salsa de curry y leche de coco. Ya se veía con un pie en la calle.

Eva , en último lugar, ha presentado un secreto ibérico torbiscal con puré de coliflor. Tenía los mejores ingredientes para elaborar el mejor plato, pero el resultado no ha acompañado y ha cocinado una elaboración mal planteada y ejecutada.

Por lo mismo, la deliberación señalaba a la valenciana como la quinta expulsada, poniendo punto y final a 'MasterChef'. «No me desanimo, voy a seguir estudiando mogollón. Me gusta mucho la cocina y aunque no lo podáis ver haré un plato de matrícula para mis comensales».

Jokin y Eva separan sus caminos por ahora, pero la distancia es provisional, pues los dos han confesado su deseo de seguir con la relación al terminar el programa. O quién sabe, puede que se reencuentren en la repesca.