Una, grande y digna: El delirante seguimiento de la exhumación de Franco
La explotación que hizo el PSOE de la exhumación tuvo su apogeo en las televisiones
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLa explotación que hizo el PSOE de la exhumación tuvo su apogeo en las televisiones. Lo de La Sexta fue anonadante y de TVE qué vamos a decir . El mensaje guberbamental era además machacón: eso no lo hacía solo el gobierno en ... funciones (quizás en el sentido teatral del término), lo hacían el Estado o la Democracia, o los dos a la vez. Y el Estado ya no era el Estado, ni siquiera el Estado de Derecho, era el Social y Democrático de Derecho apoyado además constantemente en los tres poderes (incluso en los tres «poderes legislativos»), que se idearon para enfrentarse y no para darse la razón como allí se repetía sin parar. «Lo hemos hecho con los tres». Y cuando no era el Estado, era la Democracia, pero no la conocida, sino otra distinta. Una democracia «nueva», «plena», «reforzada», «más avanzada», «grande», «modernizada y madura»... Como si hablaran de una MILF.
Cualquier cosa «preconstitucional» era digna de expediente (¡ojo!) y para Ian Gibson, «emocionado hasta las lágrimas», la ministra Delgado tenía una «finura de mujer de la Antigua Grecia». Lo mismo decían que la exhumación no tenía «parangón mundial» como que era necesaria para la homologación.
Los elogios de Gibson representaban la unión definitiva de lo memorialístico y el PSOE (qué carita de Iglesias...) reforzada el viernes en la e ntrevista de Ferreras , el masaje tras el baño, donde Snchz oficializó lo escuchado el día anterior por bocas tertulianas: la II Transición que inicia el PSOE como si con la primera no tuviera nada que ver. En la primera se comió el Estado de Franco y ahora lo va a desfranquizar («simbólicamente»); Estado que ya vemos tiene a lo Social, a lo Democrático y a lo de Derecho criados y a los tres poderes como tres tenores. Fue un delirio:
—Nuestra democracia es sana...
—Y digna—acotaba Ferreras.
Y plena y madura y del siglo XXI y todo eso sin una sola reforma institucional. Sánchez no habla ya de deuda pública, habla de «deuda con la memoria». Y pide un «gobierno fuerte» para desfranquizar España. «Hay mucho que exhumar», decía uno. «Aún hay franquismo», avisaba otro. Y la Transición, de repente, ya no era la Sacrosanta.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete