Las apuestas imposibles de Bran Stark y Ser Davos para el final de «Juego de Tronos»

(Cuidado, esta noticia contiene spoilers del final de «Juego de Tronos»)

Para Liam Cunningham esta escena del consejo grabada en las ruinas de itálica es un buen final. «Hemos esperado ocho años y al final el desenlace no tiene que ver con dragones, ni batallas, sino con gente hablando, y eso es muy bueno. Además es una escena muy técnica , tenían que coger todas las reacciones en un solo plano, había que saberse los diálogos al dedillo porque no había edición…», recuerda.

Su compañero, Isaac Hempstead-Wright, Bran Stark en la serie, recuerda esa secuencia como su favorita de toda la serie. «Todo eran diálogos brillantes, debate, conversación... Y además me hicieron Rey», bromea el joven, que confiesa que tuvo que guardar el secreto durante más de un año y medio . «No quería decírselo por teléfono por si estaba pinchado o me oía Netflix. Recuerdo que se lo dije en el coche en un susurro al oído», bromea el joven.

En las quinielas internas que hacían antes del desenlace, sin embargo, la reina para Hempstead-Wright acababa siendo Sansa Stark ( Sophie Turner ). «Sabía que iba a ser un Stark, pensé en ella al principio. De hecho, hubo un momento que creía que yo era el Rey de la Noche», admite. El veterano actor que encarna a Ser Davos reconoce que para él un buen rey hubiera sido Tyrion. «Pensaba que tras su caída a los infiernos volvería a surgir de nuevo, tendría sentido. Incluso dentro del show no teníamos ni idea y era divertido probar», admite.

«Creo que acabamos en el momento justo. La gente estaba muy disgustada por muchas razones, pero hay un dicho en el negocio del espectáculo que dice que hay que dejar a la gente con ganas de más. Yo me he encontrado con parejas en Belfast que se conocieron allí hace años y habían vuelto para su luna de miel. Nos hemos vuelto parte de la vida de la gente, es bonito ver a tantos reír, llorar y enfadarse con algo », explica Cunningham.

Su compañero, altar ego del Rey, señala que aquellos que estén disgustados con el final pueden elegir el desenlace en los libros. «A la gente tampoco le gustó el final de “Los Soprano” . La serie está basada en unos libros y nunca vas a igualar la imaginación de la gente. Nosotros tenemos que hacer una serie, comprarlos es ridículo. Creo que tuvimos el final más feliz posible: todos los Stark están bien, hay un consejo formado por buena gente, la locura de los Targaryen ha acabado, los Lannister se han marchado del poder… Es un final feliz para una historia que acabó como un genocidio. Y para los que piensen que era muy corto iban a ser en un principio siete horas y los creadores añadieron tres grandes episodios, que supusieron seis meses más de trabajo pra contar la historia que querían», concluye el veterano.