EE.UU. despide a su última estrella
«Sabemos claramente que el mundo es mejor por la existencia de nuestra madre», dijo ayer su hijo Michael
Atractiva hasta un punto imposible, la primera en ganar un millón de dólares por un papel, icono de la moda y legendaria por ponerse el mundo por montera dentro y fuera de la gran pantalla, la actriz Elizabeth Taylor ha sido despedida como la ... última de las grandes estrellas del cine más clásico y celebrado de Estados Unidos. Con tributos unánimes al conocerse su fallecimiento a primera hora del miércoles en el Hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles, donde llevaba seis semanas ingresada por complicaciones de una insuficiencia cardiaca congestiva. Como no podría ser de otra forma, el final de la faraona de Hollywood era confirmado por su publicista. Según Sally Morrison, la actriz de increíbles ojos violetas falleció acompañada por sus cuatro hijos —Michael Wilding, Christopher Wilding, Liza Todd y María Burton— tras haber demostrado durante los últimos años una extraordinaria mala salud de hierro, además de superar notorios problemas de adicción al alcohol y los fármacos.
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Durante su carrera cinematográfica de siete décadas, iniciada como niña prodigio del Séptimo Arte, Elizabeth Taylor participó en más de medio centenar de películas. Nominada durante cuatro años consecutivos, fue reconocida con dos Oscar por sus interpretaciones en «Una mujer marcada» (1961) y «¿Quién teme a Virginia Woolf?» (1981). Además de recibir en 1993 un Oscar honorario. Aunque el diario «Los Ángeles Times» argumentase en su obituario principal que sus logros como actriz «fueron a menudo eclipsados por su belleza cautivadora y sus dramas de la vida real». El «New York Times» no ha dudado en describir a la fallecida actriz como una mujer «de belleza despampanante y cuyo nombre fue sinónimo del glamour de Hollywood». Además de recordar la reflexión de uno de los históricos críticos del diario, Vincent Canby, quien en 1986 calificó a Elizabeth Taylor como «representación del fenómeno del cine: que las películas son arte e industria, y todo lo que representan para aquellos que hemos crecido viéndolas en la oscuridad».
Donativos en vez de flores
Uno de sus hijos, Michael Wilding, explicaba ayer el fenómeno de Elizabeth Taylor de esta manera: «Mi madre era una mujer extraordinaria que vivió su vida con plenitud, con gran pasión, humor y amor. Su extraordinaria carrera en el cine, su éxito continuado como mujer de negocios y su valiente e incansable activismo en la lucha contra el SIDA-VIH , todo ello nos hacen increíblemente orgullosos de lo que consiguió en su vida. Sabemos claramente que el mundo es mejor por la existencia de nuestra madre». La familia de la actriz —que incluye diez nietos y cuatro bisnietos— piensa celebrar un funeral privado esta semana en Los Ángeles y ha dejado saber que en lugar de flores se prefieren donativos a la Fundación Elizabeth Taylor para el SIDA. Con la posibilidad de escribir condolencias en la página oficial de la estrella en Facebook.
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