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ABC Cultural

«Quien invoca espíritus corre el riesgo de ser poseído», afirma el padre Fortea

El sacerdote José Antonio Fortea, exorcista y experto en demonología, alaba la película «pues muestra las dos caras del exorcismo: la escéptica y la religiosa»

Jennifer Carpenter realiza una magnífica y convicente construcción de su personaje Emily Rose

SUSANA GAVIÑA

MADRID. Sobrecogedora. Así es la película «El exorcismo de Emily Rose», dirigida por Scott Derrickson, que también firma el guión junto a Paul Harris Boardman. Un guión que está inspirado en una historia real ocurrida hace tres décadas en Alemania y que tiene ... nombre propio: Anneliese Michel. Esta adolescente sufrió durante años -de 1968 a 1976- extraños transtornos que fueron calificados como posesión por los sacerdotes que la trataron. Después de numerosas sesiones de exorcismo, la joven falleció. Como consecuencia de esta muerte, los sacerdotes fueron juzgados y condenados por no prestar auxilio a Anneliese que murió por desnutrición. Y es que entre los numerosos síntomas que padecía se encontraba la imposiblidad de digerir alimento -si lo hacía inmediatamente era expulsado por la nariz-. Esto provocó que la joven, de 1,80 metros de estatura, llegara a pesar cuarenta kilos y muriera de inanición. Treinta años después, el caso se ha reabierto en Alemania para aclarar algunos puntos oscuros.

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