Gwyneth Paltrow será la amante de Picasso en la nueva película de Carlos Saura

El pintor la deseó y odió durante una década. Cuando la dejó, ella se convirtió en una ermitaña. «Después de Picasso, solo Dios», pronunció la musa de las vanguardias, que fotografió al artista mientras pintaba el «Guernica» , convirtiéndose así en la autora del primer reportaje gráfico moderno sobre una obra plástica en construcción.

«33 días» toma su título del tiempo que Picasso tardó en cumplir con el encargo que le había hecho el Gobierno de la República: un gran mural para decorar la entrada del Pabellón Español de la Exposición Internacional de París de 1937.

Carlos Saura comenzará en agosto el rodaje de un largometraje de ficción que narra el proceso de creación de un símbolo universal del horror de la guerra. Antonio Banderas, que nació a cuatro calles del genio malagueño, ha convencido al director para que Gwyneth Paltrow encarne a Dora Maar .

Salvo los exteriores parisinos, «33 días» se rodará casi en su integridad en un estudio de Guernica que reproducirá el gigantesco taller de Picasso en el «atelier» del número 7 de la Rue des Grands Augustins.

La productora Idem 4 ha recibido una subvención del Ministerio de Cultura de 411.000 euros para llevar a cabo un filme con guión de Elías Querejeta y un presupuesto de 2,6 millones . La fotografía correrá a cargo de Vittorio Storaro , autor de las imágenes de «Apocalypse Now» y «El último tango en París», con quien Saura ya ha trabajado en cinco ocasiones. Eterio Ortega rodará un documental sobre el rodaje.

Ganadora del Oscar a la mejor actriz por «Shakespeare in Love» , Gwyneth Paltrow no tendrá dificultades con el equipo español durante sus tres semanas en Euskadi: habla castellano a la perfección desde que vivió como estudiante de intercambio en la localidad toledana de Talavera de la Reina. En la piel de Dora Maar fotografiará a Picasso, quien puso fin a sus dudas sobre cómo pintar el mural tras ver las imágenes del bombardeo de Gernica.

El apasionado artista concibió una obra provisional y empleó materiales pobres en su realización. Quería un regalo «para las dos Españas» ante la desesperación de su agente, que esperaba sacar rendimiento económico del cuadro. Dora Maar era su último romance. Además, convivía con su esposa, Olga Khokhlova, y su amante, Marie-Thérése Walter.