ojo de halcón
Los autobuses subvencionados del PSOE y la teta de Anabel
La crisis de los cribados, da combustible para este clima que ha ido a más con el debate de la sanidad
Mientras se llega hoy a la protesta por la crisis de los cribados en San Telmo, con autobuses puestos por el PSOE en los pueblos del entorno para nutrir el relato, hay dos imágenes que han marcado la semana: la tabla de estimación de voto ... del barómetro electoral andaluz (Centra) y 'la teta de Anabel' exhibida por la portavoz de Por Andalucía para denunciar la manipulación de los informes sanitarios. Tal vez no haya imágenes que valgan más que mil palabras, pero algunas resultan muy reveladoras.
Con el barómetro, previo a la crisis volcánica de las últimas semanas que ha convertido la política andaluza en monográfica, la oposición ha tenido la evidencia de un tablero político realmente agitado. No hay partido, si se trata de derrotar a Juanma Moreno y provocar un cambio, pero sí inercia para doblegar la mayoría absoluta. En realidad, las noticia son malas para la oposición de izquierda y extrema izquierda, porque podrían no mejorar siquiera su raquítica suma mientras Vox es el partido más en racha. Pero la izquierda ya no está en tener éxito, sino en que Vox tenga éxito para romper el modelo juanmista de moderación centrista transversal. De modo que el barómetro ha excitado a la oposición de izquierda, más incluso que a la extrema derecha, y esa excitación ha provocado una reacción colectiva de «a por ellos, oé, a por ellos, oé, oé oé oeeeeee». Con la crisis sanitaria, el tono de las declaraciones se ha desmadrado. Ya no se denuncia la mala gestión, sino que hablan de gestión homicida. Muchos se pasan escandalosamente de frenada, pero ahora mismo no temen pasarse ni veinte pueblos. Están muy jodidos en los sondeos, pero les vale como triunfo que el PP pierda los 55 escaños, y para eso toca avivar el incendio en un clima de desastre, de caída del Imperio Romano.
Por supuesto la crisis de los cribados, con un error de gestión sanitaria que ha golpeado duramente al Gobierno andaluz, proporciona combustible para este clima que ha ido a más con el debate general de sanidad y la carga de la brigada ligera en la sesión de control. Las acusaciones de la izquierda y de Amama, que ésta llevó a la Fiscalía convenientemente parapetados en el «presunto», tuvieron su hito cuando Inmaculada Nieto, la portavoz de xAnd que ha ido reciclándose como La Pasionaria de Algeciras, exhibió la mamografía de 'la teta de Anabel', como una prueba de cargo en un Tribunal Revolucionario, y acusó a la Junta de manipulación de los informes sanitarios. Con algo así, en política, sólo cabría 'puerta grande o enfermería'. O ella daba la puntilla a la credibilidad del Gobierno o la credibilidad de ella quedaba por los suelos y debería dimitir. Y esto es lo que le reclama el portavoz del PP, aunque ella se parapete en el burladero parlamentario, después de la respuesta contundente del SAS, donde incluso una ex consejera de Sanidad con el PSOE ha explicado que no hay manipulación y que los controles son muy rígidos. Equipos de radiólogos han salido al paso de esa campaña que parece sugerir que los políticos dan órdenes de retocar informes y los médicos se pliegan. Ya se verá lo que sale de la Fiscalía, pero parece que a la izquierda le basta el efecto mediático de estas denuncias, aunque sean falsas, y el eco mediático nacional, alentados desde Moncloa que además cuela el asunto, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, en cada respuesta del Congreso.
Es curioso. El PSOE recibió siete años atrás a Juanma Moreno, en su investidura, recurriendo a los autobuses para rodear el Parlamento, y siete años después vuelve a recurrir a los autobuses para rodear San Telmo. Entonces los autobuses no ocultaban el logo del puño y la rosa, aunque fuese más puño que rosa. La izquierda recibió a Juanma Moreno con una alerta antifascista, buscando un escrache masivo con el lema de «Ni un paso atrás», una variante del 'No pasarán' guerracivilista. De hecho, la presidenta saliente jaleaba a su tropa: «Todos y todas debemos implicarnos al máximo en combatir a la derecha que ha blanqueado y dado protagonismo en las instituciones al franquismo político. La mayoría de progreso que hay en esta comunidad autónoma ha de estar movilizada contra la extrema derecha». Ya se sabe que el PSOE eso de 'representantes legítimos de ciudadanos' se lo aplica sólo a Bildu, como ha hecho esta semana María Jesús Montero, pero no a Vox. Por supuesto contaron con UGT o la federación estatal LGTBI. Nunca faltan los sindicatos y alguna asociación para vertebrar las campañas del partido que estuvo 37 años en el poder infiltrándose en todo el tejido social.
Los autobuses
Siete años después los autobuses subvencionados vuelven a la carretera. Amama apunta, y el PSOE dispara sus ambiciones electoralistas. Después de pinchar con varias olas de las mareas blancas en estas dos legislaturas, creen que éste es su momento. Han olido la debilidad. Y hay que darlo todo. La mayor o menor proximidad de la presidenta de Amama con el PSOE, que no es precisamente pequeña, resulta colateral. Allá se maneje como entienda que les conviene. Pero esto ya no va del cribado del cáncer de mama sino de estrategias electorales. Por eso Amama no va a reuniones dentro de San Telmo sino a manifas en el exterior. No hay un movimiento destinado a clarificar y mejorar la gestión, sino a rentabilizar el clima creado. Por eso vuelven a llenar los depósitos de los autobuses en ayuntamientos gobernados por el PSOE («gratuito»), como también subvencionan a Amama, y a revitalizar el equipo de pancartas. Sólo son negocios, amigo… negocios electorales.
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