Suscríbete a
ABC Premium

Cardo máximo

La última frontera

La cuestión subyacente tiene que ver con una consideración moral: ¿quién es el principal interesado en mi salud?

Javier Rubio

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El pasaporte Covid es una de las ideas más extravagantes, impropias e inútiles que hemos adoptado para combatir la pandemia. Difícilmente van a convencerme de lo contrario, aunque estoy dispuesto al contraste de pareceres siempre enriquecedor. Convertir la puerta del bar en la última frontera - ... al estilo kennediano- es un disparate que todavía no nos ha dado tiempo a calibrar en profundidad. No es de ciencia ni de profilaxis sanitaria de lo que estamos hablando, sino de control social, de los intrincados mecanismos del Estado para encapsular, etiquetar y someter a la población. Que el Reino Unido y España hayan resistido a la ola de prohibiciones no tiene que ver con ningún genio genuinamente nacional, sino con la debilidad de sus gobernantes, incapacitados de avanzar en la estrategia de compartimentación social que propugna el salvoconducto.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia