No ni ná

Inquietud rectoral

Faltaría más que los rectores no hagan una «defensa de la democracia»

No tuvo el don de la oportunidad la nota de los rectores de las universidades públicas andaluzas condenando el jueves «la nueva ola reaccionaria» que dicen, «como en el pasado», ha puesto su diana en la institución académica. La nota no cita pero responde al ... paso del agitador Vitor Quiles por los campus andaluces, en actos que buscaban tanto jaleo como la publicidad que le han dado los rectores. Ese día, la izquierda abertzale asaltó el campus de Navarra para responder a Quiles, con tal violencia que varias personas resultaron heridas, entre ellos un compañero de El Español al que la policía salvó cuando una manada de encapuchados le daban una paliza.

Faltaría más que los rectores no hagan una «defensa de la democracia» y que se sitúen contra los discursos «del odio, la mentira, las insidias, el negacionismo y los delitos contra el honor». Pero han perdido la oportunidad de plantarse contra la polarización que han practicado la izquierda y la derecha extremas en los campus, recintos para un preciado caldo de cultivo donde se ha proyectado un proselitismo irrespirable con la manga ancha de las autoridades académicas y el apoyo de docentes que extralimitan su libertad de cátedra. 'Podemos' no nació en un garaje, sino en un bar de facultad.

El rigor del ámbito universitario obliga a los rectores a ser más precisos en sus denuncias sobre «los ataques a la autonomía universitaria, la libertad de cátedra y contra los gobiernos electos de nuestras instituciones», que dicen «constituyen una grave amenaza para la convivencia, la democracia y las libertades». Hay que pedirles que sean más precisos y menos selectivos. No constan comunicados conjuntos similares sobre escraches a políticos que fueron expulsados de los campus con violencia por participar en debates o conferencias. Recordamos los que sufrieron Macarena Olona, en Granada, o antes Mayor Oreja, en Sevilla; igual que Rosa Díez o Díaz Ayuso.

De paso también podrían explicar por qué piden regular ¿censurar? las redes sociales. Lo hacen, después de que el rector de la UPO negara el acceso a Quiles al campus y fuera señalado en esa pocilga mediática, de cuya inmundicia, parece, se acaban de enterar los rectores.

La propuesta de Quiles es a la universidad tocino frente a velocidad, siendo su propósito la parte más grasa del tocino. Quiles precisa de la respuesta a su provocación para alcanzar su personalísimo objetivo de vivir de la misma y sumar adeptos al colesterol. Por eso llama la atención que los rectores, entre tanto comunicado a favor de Palestina o para exigir al político de turno más financiación y menos competencia, hayan firmado este manifiesto contra la 'ola reaccionaria', ese recurso que viene explotando electoralmente una izquierda cada vez más alejada de la moderación. ¿Preocupación u oportunidad? Que cada uno saque sus conclusiones, pero se les nota la cojera.

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