EL BATALLÓN
Réquiem por el usted
El tuteo generalizado y el lenguaje inclusivo se abren paso a codazos, a lomos de ese putiferio lingüístico que es internet, claro
Un cucharón de aceite de hígado de bacalao (13/10/2023)
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Iniciar sesiónIberia ha decidido adoptar el tuteo en los mensajes pregrabados con los que se dirige al pasaje y mandar a paseo el uso del usted. «Iberia te da la bienvenida a este vuelo; ten cuidado con el equipaje de mano que puede haberse desplazado; ... tus dispositivos electrónicos deben estar conectados en modo avión». Se acabó cualquier tratamiento de cortesía tradicional y bienvenidos al colegueo, a ese 'buenrollismo' tan pimpolludo que trae el triunfo indiscutible de los pronombres de segunda persona en toda circunstancia, aunque no conozcas de nada a quien te diriges. Quizá piense la aerolínea que con el tuteo se acorta la 'distancia social' de la misma manera que ha recortado el espacio entre asiento y asiento para meter más gente dentro. Reparó en el fenómeno del tuteo uno de Madrid que volvía a Barajas desde Asturias, uno de tantos pasajeros que en ese momento de la bienvenida al avión apenas están pendientes de cómo se llama el comandante de la nave por si su apellido les refuerza la confianza en esa incógnita permanente que despierta el 'milagro' que supone que esos 40.000 kilos puedan sostenerse en el aire.
Parece, por tanto, que se impone el tuteo como descuella la viralizada plaga del lenguaje inclusivo desde la perspectiva de género, impulsado desde el feminismo rampante. Al primero que se lo escuchamos fue a Ibarretxe, con aquel remoquete de «los vascos y las vascas». Hace dos décadas de aquel alumbramiento y ahora se ha extendido tanto la lucha contra el masculino genérico que casi es hegemónico en la comunicación administrativa y en los medios, pese al informe en contra de la Real Academia que, en un científico dictamen de 150 folios, concluyó que «eliminar por decreto el masculino genérico e imponer su sustitución obligatoria por dobletes es una empresa de 'despotismo cultural' y seguramente abocada a la frustración». El otro día, una lingüista de Pontevedra me comentaba que en esa batalla espera de la RAE una defensa más enérgica que ese humillante tirar la toalla que supuso el aceptar 'almóndiga'; o 'álgido', término ante el que la Docta Casa terminó por hincar la rodilla y admitirlo para referirse a un asunto candente aunque siempre significó exactamente lo contrario ('muy frío'). Más ruda es la batalla del ultrafeminismo que trata de imponer en la calle el femenino genérico como respuesta combativa al existente, tan heteropatriarcal, señoro y machirulo. Le pasó el otro día a tres de Huelva, los tres hombres, que daban las gracias a la empleada de una tienda de Fuencarral por su amable trato. Cuando enfilaban la puerta escucharon a su espalda «no, gracias a vosotras». Se miraron los tres intentando reconocerse.
El tuteo generalizado y el lenguaje inclusivo se abren paso a codazos, a lomos de ese putiferio lingüístico que es internet, claro. Hace años que uno de Jaén comentó la pertinencia de «desenchufar» internet vista la posibilidad de que las redes sociales se convirtieran en un tóxico albañal. Es una lástima que se pierda el usted pues el español merma en riqueza y matices; en el insulto por ejemplo, que no es lo mismo decirle a alguien «eres imbécil» que soltarle un campanudo «es usted un imbécil». Dónde va a parar.
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