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ARMA Y PADRINO

Instrucciones para detener un genocidio

Rebeca Argudo

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Nadie habrá dejado de observar que, con frecuencia, en el mundo ocurren desgracias: desastres naturales, hambrunas, conflictos armados, colapsos económicos, emergencias sanitarias. De entre todos ellos, el activista constante deberá elegir la causa del momento y obviar el resto. De estar con la emergencia climática ... no se puede estar con el pueblo saharaui y, de estar con el pueblo saharaui no se puede estar con la causa trans. No significa que no se haya estado antes o no se vaya a estar después. De hecho, es imprescindible para ser constante (y serlo constantemente para ser activista). Pero estar, lo que se dice estar, hay que estar a lo que hay que estar. O corre uno el riesgo de que parezca que va por libre. Como si no fuera de izquierdas. Tal vez hace dos semanas el cambio climático fuese de vital urgencia, como antes lo fue Franco, y antes, el problema habitacional (la okupación, no). Y antes la causa trans y, antes, las víctimas de la dana, y antes las de las residencias. Y antes las del machismo, que mataba más que el Covid antes de que el Covid matara más que nada pero solo en Madrid. Ya no. Ahora estamos a genocidio en Gaza. Como si hubiese comenzado ayer.

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