El percal

Los que escuchan tertulias radiofónicas cargadas de política, los que entienden y saben filtrar lo que narran los noticieros, los que tratan de informarse para optar por el pensamiento crítico que te conduce hacia la libertad, son una minoría. Inmensa, si quieren, pero minoría. La verdadera mayoría escucha éxitos de radiofórmula chocarrera y bebe de las fuentes de los 'influencers' que disparan tontadas mientras engatusan a millones de seguidores. Nosotros naufragamos en el mundo de ayer y nos negamos a contemplar el universo de hoy, ese que nos coloca a Francina Armengol como tercera autoridad de España. Ah, por cierto, la mayoría ignora que el presidente del Congreso es la tercera autoridad, cuando lo explicas se quedan pasmados porque pensaban que ese cargo suponía una suerte de pomposa bagatela para cumplir con el decorado, algo así como un juez de paz con mazo folclórico entre las manos. Y lo mismo sucede con la Fiscalía General del Estado, con el Consejo General del Poder Judicial y con el Tribunal Consitucional. O mejor aún, pregúntenles por nuestra atroz deuda. A la mayoría lo de la deuda pública que no deja de crecer le suena a difusa turra ufológica, bastante tienen (tenemos) con la hipoteca que lastra el fin de mes. Este, sospecho, es el percal que nos acompaña. Sánchez y su PSOE lo saben perfectamente hace tiempo y por eso harán lo que les dé la gana.