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La Tercera

Inventario de una amistad

Muchas de las cartas de Francisco Nieva incorporan bellísimos dibujos que refuerzan nuestra idea de que Paco, además de ser el más grande dramaturgo español de nuestra época, fue un pintor de los grandes y un magnífico crítico de arte

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El magnífico libro de la profesora Ana Sofía Pérez-Bustamante, 'Inventario de una amistad', editado por la Fundación Carlos Edmundo de Ory, como colección de cartas y dibujos con que se relacionaban dos grandes amigos genios, Francisco Nieva y Carlos Edmundo de Ory, con ... toda la ambivalencia propia de una amistad intensa, apasionada, y donde la irracionalidad del amor entró, supone, en cierto sentido, en cuanto que tanto las cartas de uno como las del otro fueron escritas como expresión de amor, desamor, disculpa, celos, lamento o incluso diatriba sin la pretensión de ser jamás publicadas, un desnudamiento de los protagonistas sin autorización de los que ya están paseando por el Parnaso, y quizás cogidos de la mano… o posiblemente no. Porque hay en ellas algunas cosas que nos pueden chocar desde el punto de vista de la moralidad política, si tal compuesto puede aún resistir sin ser oxímoron. Así, nos puede perturbar un poco, por ejemplo, que Paco Nieva pidiera en 1953 a Ory la dirección de Eduardo Aunós, falangista ilustre y a la sazón presidente del Tribunal de Cuentas, y también editor, por puro interés personal de artista, y todo interés, al fin y al cabo, es crematístico. Recordemos que Aunós, entre otros grandes hitos de su biografía, fue ministro de Trabajo bajo el dictador Primo de Rivera, colaborador de la revista 'Acción Española', admirador del régimen fascista italiano y sus ideales corporativistas, y ministro de Justicia bajo Franco, habiendo firmado como tal la 'Historia de nuestra cruzada'. No obstante, Nieva ya había advertido a su amigo en una carta anterior de 1949 de lo siguiente: «No basta ser artista inteligente; para vencer en muchos aspectos, hay que bajar algunos escalones y sólo actuar como un chico listo». La juventud suele ser desaprensiva y egoísta y, quizás, el joven genial y ambicioso Nieva lo fue un poco en un breve período; pronto las terribles experiencias de la vida lo convirtieron en un formidable artista en el marco de una gran dignidad personal vitalicia. Por otro lado, el aburguesamiento que le proporcionó su matrimonio con Geneviève (Ginette) –vivir en un barrio bien de París, viajar en primera en el tren y dormir en grandes hoteles, gozar de un mundo cortés y protocolario, etcétera– benefició también a las carreras de sus amigos, entre los que se encontraba, obviamente, su querido Carlos Edmundo de Ory. Su 'desclasamiento' –si bien su ascendencia, padre y madre, había pertenecido a la alta burguesía valdepeñera– tampoco le hizo inhibirse de la lucha contra la dictadura; de ahí sus relaciones no amistosas, pero sí éticas, con Blas de Otero o Celaya.

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