café con neurosis
Dos Óscar para el PSOE
Los dos Óscar, en el transcurso del Festival de Política Ficción, se dedicaron a atacar a un hombre solo llamado Emiliano García-Page
Del «estoy bien» al «no he comido»
Artistas y funcionarios
En el Festival de Políticas Ficción, celebrado el pasado fin de semana por los socialistas, hubo dos óscares indubitables en convicción y entusiasmo: Óscar Puente y Óscar López. Este último es un intérprete que deriva hacia el semblante serio, dando por supuesto que la ... seriedad es compañera inseparable de la trascendencia, olvidando que los burros son animales profundamente serios. A la seriedad une, en ocasiones, un semblante de disgusto, que podría ser muestra de pasar el día y la noche profundamente ocupado en solucionar los problemas de España, pero que algunos maliciosos achacan al encargo que le ha dado su señorito, Pedro I, El Mentiroso, para que, dentro de poco, pase de ser ministro de Transformación Digital y de la Función Pública de España, a diputado en la Comunidad de Madrid. Porque, aunque la inmensa mayoría de los madrileños ignoran que Óscar López es el candidato del PSOE a arrebatarle la presidencia a Isabel Díaz Ayuso, él si lo sabe. Puede que, al acostarse y dormir, no piense en ello, pero es que, en cuanto se despierte, ahí está la realidad de tener que explicar, dentro de nada, que es buenísimo para los madrileños que, la mayoría de los menores inmigrantes, se acojan en la Comunidad Autónoma de Madrid, y que no vaya ninguno a Cataluña; o que el cupo catalán es algo que permitirá pagar más impuestos a los madrileños. Observo el semblante del señor López, Óscar a la Seriedad, y me imagino cómo estaría mi admirado Ignacio Camacho, si el director de ABC le comunicara que, dentro de poco, debería pasar a corrector de estilo del periódico escolar de Modorro de los Infantes.
Por otro lado, el señor Puente, Óscar a la Frivolidad, llegó a tiempo, gracias a que dispone de vehículo oficial, como ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, y no vino en tren. (Esta último acepción es muy atinada, porque, aunque la Movilidad en España se sostiene débilmente, todo en este mundo es sostenible. Y mejorable).
Los dos Óscar, en el transcurso del Festival de Política Ficción, se dedicaron a atacar a un hombre solo llamado Emiliano García-Page. No pidieron que, al único mandatario del PSOE que ejerce su presidencia por los votos obtenidos, no por coaliciones, se le expulsara –cómo una talibán socialista contemporánea ha pedido que se haga con Felipe González– pero porque se contuvieron, al comprobar que ya tenían el Óscar seguro. Bueno, hay que reconocer que, con una valentía y un arrojo impresionante, también Pilar Alegría, y Salvador Illa, defendieron a Pedro I, El Mentiroso, atajando las propuestas del peligroso García-Page. Antes, a la entrada del festival, este socialista crítico, al que parece que todos aborrecen, también recibió insultos y abucheos por parte de una cincuentena de forofos, que dieron muestra de su osadía, audacia e intrepidez, llamándole traidor. Estos temerarios, cualquier día, como nos descuidemos, igual critican a Santos Cerdán. No me extrañaría nada.