El legado envenenado de Sánchez

El periodista Miguel Ángel Pérez ha publicado en 'Libertad Digital' la información más preocupante que he leído en varios años de informaciones preocupantes. Conde-Pumpido habría afirmado reiteradamente ante magistrados y letrados del TC: «Mientras yo sea presidente, Vox no ganará ningún recurso de amparo, ni estimaré ningún recurso de inconstitucionalidad«. Creo en la solvencia del periodista y en sus fuentes. Aun así, dada la extrema gravedad del asunto, he hecho mis propias indagaciones ante personas cercanas al círculo en cuestión. Ratifican el sesgo del presidente del TC, que es de sobra conocido, y las declaraciones. Es más, indican que otros miembros del Tribunal han realizado afirmaciones similares. ¿Qué significa esto? Que Conde-Pumpido no solo estaría ignorando sus obligaciones, sino que andaría vanagloriándose de ello. No valorará o considerará el contenido de los recursos de inconstitucionalidad y de amparo que se le presenten si vienen de Vox (formación, por cierto, especialmente activa en este terreno). Ya lo ha prejuzgado todo, ya tiene decidida la resolución. No le hace falta leer los recursos.

¿Puede ser tan groseramente sectario un hombre que ostenta tal cargo? Veamos. Si es así, estamos ante un caso de enemistad manifiesta, lo que abre la vía del incidente de recusación cada vez que Vox sea parte.

Primera aclaración para juristas: sé que las recusaciones solo prosperarán si Vox prueba que Conde-Pumpido ha pronunciado esa frase u otras parecidas. Por lo tanto, desde el punto de vista técnico bastará con que el presidente del TC lo niegue… y con que no aparezcan unos buenos testigos que lo desmientan (y aun así, la cosa no es fácil).

Pero es justamente por eso, por la dificultad de que las recusaciones prosperen, por lo que he afirmado que en la primera mitad de la próxima legislatura existirá un obstáculo insalvable para gobernar de acuerdo con lo prometido, la derogación del sanchismo. Nos espera un bloqueo institucional. El veneno del legado de Sánchez desplegará sus efectos antidemocráticos, impidiendo de hecho una verdadera alternancia. Se estarán diciendo: «¡Pero si eso solo afecta a Vox!». ¿De verdad?

Hay una vía para evaluar la verosimilitud de la frase atribuida a Conde-Pumpido, es decir, de la absoluta primacía de lo ideológico sobre la Constitución en el intérprete supremo de esta. Consiste en examinar los antecedentes. Vamos allá. Cándido Conde-Pumpido ocupa su puesto desde enero de este año. ¿Qué ha sucedido desde entonces?

El TC ha desestimado todos los recursos de inconstitucionalidad de Vox sobre los que ha decidido, que son cuatro: ley de educación, ley de eutanasia y decretos ley. Tres de ellos con varios votos particulares. Pero también ha desestimado los siete recursos de inconstitucionalidad presentados por el PP sobre los que se ha pronunciado, la mayoría de las veces con votos particulares.

En cuanto a los recursos de amparo, en 2023 se ha desestimado el del Grupo de Vox en el Parlamento balear, con cuatro votos particulares. Paró también el de Bermúdez de Castro (PP) sobre la fórmula de acatamiento de la Constitución por parte de los diputados (con tres votos particulares), y el de Cayetana Álvarez de Toledo contra la decisión de borrar del Diario de Sesiones del Congreso su referencia al padre de Pablo Iglesias.

Es decir, el examen de los hechos confirma un patrón: el bloqueo absoluto de los recursos presentados por la oposición desde que Conde-Pumpido preside el TC. El famoso rodillo no es una teoría, está confirmado. Sobre todo si comparamos con lo que sucedía antes de enero de 2023. Antes de la presidencia de Conde-Pumpido, Vox ganó un número considerable de recursos de inconstitucionalidad, a veces con el favor de magistrados progresistas. Y siempre con el voto particular de Conde-Pumpido, que adoptó a menudo un lenguaje particularmente beligerante. Especial relevancia política presentan dos asuntos: 1) Vox ganó el recurso de inconstitucionalidad contra el decreto ley que colocaba a Pablo Iglesias en el órgano de control del CNI. 2) Vox ganó (estimación parcial) los dos recursos contra los estados de alarma, ámbito en el que también prosperó su recurso de amparo –relativo a derechos de los parlamentarios– por el autoritario cierre del Congreso durante la pandemia.

Segunda aclaración para juristas: según el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la independencia judicial se aplica también a los tribunales constitucionales si se vulnera el artículo 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos sobre acceso al proceso, resaltándose que los tribunales deben mantener apariencia de imparcialidad y de independencia. ¿Qué tal la apariencia del TC de Conde-Pumpido?